La diferencia es que unos consiguen avanzar sin perder de vista sus metas y otros se detienen a pensar tanto en ellas, que comienza a invadirles un temor paralizante que termina por asfixiar cualquier esperanza de llevar su sueño a cabo.
A veces se me ocurre pensar que lo mejor de todo es ponerse a trabajar sin expectativas. Trabajar solamente y dejar que el tiempo complete ese proceso que se lleva en mente. Aprender a poner unas palabras tras otras tal y como suceden y dejar que sin dejar interferir demasiado el esquema de las cosas se complementen.
Él va por su segundo libro: Cuando siempre era verano, de Miguel Pascuau; qué título tan sugerente.
Para cumplir cualquier sueño hace falta una mezcla de talentos y la valentía necesaria para poner en marcha el mecanismo de resultados que vendrán detrás. Auguro que todos buenos ;)
Gracias Begoña por tu alusión.
ResponderEliminarLo importante es escribir, leer, y volver a escribir y volver a leer, dándole sentido a cada una de esas cosas, sin condicionarlo a un resultado final.
Si te da por leerlo, ya me dirás si, como me gustaría, te ha producido "movimientos internos".
Saludos
Miguel, creo que leyendo tu blog queda claro que hay muchos motivos para adentrarse en tu obra, algo que haré sin duda y te contaré. Aunque no te prometo cuando, estoy en una etapa de esas en las que todo se renueva a mi alrededor y es fascinante verlo.
ResponderEliminarSaludos
Hola Bego! cómo estás amiga? gusto de saludarte.
ResponderEliminarRemarco algo que escribiste....lo mejor es ponerse a trabajar sin expectativas....
No sé si debe ser tan así, pero creo que el camino correcto debe ser PONERSE A TRABAJAR y no pensar en lo que será más adelante, sino disfrutar del proceso de hacerlo, con compromiso, pasión y dedicación....el día menos pensado tendrás la obra terminada en tus manos y entonces sí debes lanzar la botella al mar con tus sueños adentro.
Te mando un beso grande.
Guille, tienes mucha razón, pero qué complicado cuando tenemos tantas tareas diarias que realizar para que todo marche bien a nuestro alrededor. Y cuando para quienes nos rodean ese sueño entretejido de palabras es tan incomprendido (ya sé y lo celebro, que en tu caso no).
ResponderEliminarCreo que en mi caso soy mi peor enemiga, nunca doy por bueno lo que hago y destruyo y vuelvo al comienzo. Hasta que no consiga cambiar en esto no hay forma. Es un tipo de miedo que debo erradicar.
Gracias por asomarte a este lugar =)