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miércoles, 10 de noviembre de 2010

Un reflejo como un espejo

A veces alguien consigue dar una crónica de todo aquello que tú piensas, solo que tú no sabrías contarlo o sencillamente no tienes tiempo para hacerlo. Afortunadamente siempre tienes tiempo para leer y para compartir. Y para disfrutar de un escrito de esos que te descargan tu polo negativo, que a veces pesa.

martes, 9 de noviembre de 2010

Una propuesta

Me gusta que me hagan propuestas, quizá para la vida de una ama de casa no hay nada mejor que participar en algo que le gusta sin moverse de casa. Es fácil y sencillo poder soñar que se tiene una voz que llega muy alto para reclamar aquello en lo que se cree. A través de este blog intento reflejar, atrapar, retener, agrandar...todo aquello que me mueve y nada me mueve más que un sueño, un ideal, una esperanza, o algo complicado de lograr. Ya sabéis que nunca suelo pedir nada a los que estáis ahí, os sigo porque casi todos escribís textos que me hacen pensar o reír, textos que me hacen sentirme acompañada y arropada, y que alejan ese sentimiento antiguo de ser un bicho raro. No soy un bicho raro, soy una más, esa lección es la lección que he aprendido siguiendo vuestros escritos. Y también aprendí que todos sin excepción queremos un mundo más justo, un mundo mejor. ¿Pero como se construye? Es difícil construir un mundo mejor en un tiempo en que llegar a fin de mes es tan complicado ¿verdad que sí? Pues no nos quedemos parados, intentemos con nuestras palabras cambiarlo, tal vez no cambiará, pero al menos habrá un lugar donde quede reflejado. Esa es la propuesta que os hago. Que nos hacen. Yo ya me he apuntado, porque todos los pueblos de la tierra son el mío.




lunes, 8 de noviembre de 2010

Voy a escribirte un cuento

Cuando encuentre el modo y la forma, cuando encuentre la voz y la determinación, cuando encuentre el tiempo y la motivación, cuando encuentre las palabras y sepa atraparlas, cuando encuentre la adecuada estación. Cuando encuentre el tono y el pulso, cuando encuentre el escenario y los personajes secundarios, cuando encuentre las ganas de escribir. Voy a contarte el cuento de porqué mi no firme es un no tan firme y tan imposible de hacer variar, pero te lo advierto, tardarás muchos años en comprenderlo, tantos años como han de faltarte hasta que te halles en mi misma situación. Lo que el duele el corazón de una madre cuando dice no, solo el corazón de una madre lo sabe: duele por dos.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Frase

En el terreno literario, trátate mal a ti mismo. Si tú te tratas mal, los demás te tratarán bien. Si tú te tratas bien, los demás te tratarán mal.

Medardo Fraile


Esta frase la encontré en una entrevista a la que llegué por casualidad, y que me parece la mar de interesante para cualquier aspirante a escritor. La dejo aquí:



viernes, 5 de noviembre de 2010

La huella del talento

No me cansaré de repetirlo, llegué a la red con un único objetivo: encontrar buenos textos que leer, un hecho que en cierto modo ha explosionado ante mí, casi haciéndome retroceder en todas las aspiraciones que tenía en marcha. Me ha paralizado, me ha dado media vuelta del revés y me ha devuelto la cordura que en mi caso se pueda tener -que supongo no sea mucha. Uno va investigando y va encontrando todo aquello que buscaba sin brújula alguna, dejándose llevar del mismo modo en que le gusta escribir, casi al tuntún. Pero la sensación de encontrarse ante lo nunca contado es una sensación de tal plenitud que te dibuja una sonrisa imborrable, cicatrizante de heridas de soberbia y de una forma indefinida te hace renacer. Cuando te encuentras con alguien que escribe mejor que tú puedes saberlo, porque un hueco muy grande encuentra su relleno. Y decides compartirlo ofrecer la posibilidad de que otros sientan lo que sentiste tú. Algo que quizá no sea porque como cada fruto, cada escrito tiene su sabor y todo es cuestión de gustos.


jueves, 4 de noviembre de 2010

Esperando por mí

Tal parece que esperaba por mí, eso se diría por el modo en que estaba dispuesto, tan estirado, tan arrogante, mirándome desde la distancia para llamar mi atención, y claro sólo pude acercarme hasta atrapar su título. Entonces lo reconocí, era el libro ganador del último premio a que me presenté, y quizá me presentaré, estaba claro que tenía que traerlo a casa para compararlo con la historia que envié, el objetivo último es una última corrección de la corrección ( me agota si lo pienso fríamente) para ver si puede rescatarse y volverse a enviar, en busca del milagro aún ni inventado. Ya no creo en los milagros, esa es la parte que me desinfla y me hace darle tiempo al tiempo, quizá una eternidad.

Pues bien, después de -lo siento- abandonar la lectura de Rapsodia Gourmet en sus primeras páginas con lo mucho que me gusta, porque no puedo concentrarme. Me pregunté si podré conseguir leer este nuevo libro hasta el final, y supongo que sí puedo porque me gusta la intriga con que empieza, me gusta cómo cuenta las cosas y me gusta lo que lo hace inusual, intercala un poema de hojas desgastadas y amarillas, no un poema cualquiera, uno escrito en 1954 y que parece encerrar el enigma de un asesinato. Me gustan la propuesta y la novedad, de modo que a mi comparación odiosa he de unir el talento creativo, la morosa elección de las palabras y el placer de ir descubriendo la historia a medida que leo. El libro se titula Mujer mirando al mar, y estaba expuesto en la biblioteca que suelo frecuentar, es curioso, pero el primer viaje de ese libro es a mi casa. Mis hijos se rieron cuando les dije que en vez de ese libro pudiera haberse editado el mío, así por casualidad; y de solo imaginarlo me dio vértigo; me gusta demasiado la tranquilidad y sentirme la dueña absoluta de mi vida. Quién sabe cuantas cosas podrían cambiar. Por otro lado también me gustan demasiado los retos y si lo traje a casa fue para concretar qué cualidades son las que valoran en ese premio, me va quedando más claro ya. Se valora lo novedoso y lo bien hecho, por tanto todo cuanto pueda cambiar cambiará a mejor; más que suficiente para poderme retar.

Solo hay un placer mayor que escribir, y es leer un libro cuando consigue atraparte, embaucarte, impresionarte y espolearte, cuando consigue llevarte a una última corrección de la corrección que lleva por premio una mejor cohesión. Un cesar del mar embravecido de textos propios y una calma ajena en que poder remar, disfrutando bajo un cielo azul e infinito de olas ondulantes que impregnen paz.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Para reflexionar

Y para crear un relato corto, máximo veinte folios. Para eso y para mucho más me da todo lo que él cuenta. ¿Hacia donde vamos?, esa sería la pregunta, si preguntásemos cómo vamos, la respuesta queda clara.