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domingo, 10 de noviembre de 2013

La verdad que se sabe, que se ve

A diario salen desde los atriles a contarnos que España va bien, que todo mejora, que pronto dejaremos atrás el agujero negro de la educación para quienes puedan pagarla; para la sanidad de quienes puedan pagarla...y la larga lista de elecciones para quienes se lo puedan permitir, pagando de antemano su tasa. Si no tienes con qué pagar, acostúmbrate a quedarte fuera del plan, a veces mientras hablan es todo lo que consigo contestar, al reflejo de una pantalla que no me ve, lo mismo que ellos. Esos que hablan que todo comienza a mejorar. Yo sigo viendo el mismo desastre multiplicado, castillos de naipes que en su caída derriban otros, y otros que si nada cambia desde dentro, caerán. Soy pesimista al respecto y no suelo serlo, veo demasiados ejemplos a mi alrededor a diario, porque en la lista de quienes pueden o no pueden, yo no puedo, por eso no se me puede engañar. La realidad está presente y se palpa, ante eso no cabe cerrar los ojos y fingir que ni es, ni está.

Por eso al terminar de leer esta entrada no puedo dejar de compartirla desde aquí, porque después de leer tantas mentiras contadas por algunos y con tanto empeño, después de escucharles a diario contarlas a viva voz frente a las cámaras que las repetirán incansablemente, solo queda contrarrestar con la verdad. La verdad que sí creo. Y aunque se nos haga eterno esperar, esta realidad solo podremos cambiarla desde las urnas de las próximas elecciones. Vayamos teniendo desde ahora muy claro a qué queremos votar. 

La conexión a Internet puede usarse para muchas cosas, yo desde el primer día la uso para adherirme a todo aquello que puede cambiarme la vida a mejor. Después den un tiempo y de motu propio la uso para relanzar aquello que quiero que llegue más lejos. Porque creo que entre todos, y de verdad de la buena, podemos hacer del mundo un lugar mejor.

No os perdáis esta entrada, por favor.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Respetar la autoría

El problema de sacar tu novela de un cajón es que no sabes lo que vas a encontrarte al otro lado. No sabes si caerá en manos de alguien que respetará lo que tantos años de duda, esfuerzo, ilusión, desesperación...te ha costado, y por lo tanto te respetará como autor. O en manos de alguien que la descargue en un momento y la difunda por ahí, sin respetar la parte de ese contrato no escrito, que viene a decir que tu obra tiene un precio, el que le has puesto y justo ese que tú esperas recibir. 

Hay gente que sigue sin entender que la diferencia entre que guardes tu obra en un cajón, lejos de las miradas ajenas, o que decidas publicarla en algún lugar -pongamos por ejemplo Amazon- se encuentra justo ahí, en que puedes ganarte un dinero para afianzar un oficio de por si inseguro y ganarte un respeto con el que conseguir que otros respeten tus horarios o incluso tu necesidad de escribir. Ganarte el respeto de dedicarle tiempo a tus mundos paralelos. Esta es a veces la mayor traba de cualquier escritor, que algunos no entienden que si se le pone empeño puede llegar a ser un oficio, uno de verdad, como ser médico o soldador, administrativo de banca, maquinista de tren, o qué se yo. 

No quiero extenderme porque esta entrada es solo una excusa para dejaros un debate extenso e interesante que viene a resumir el origen de mis miedos a publicar aunque sea en un lugar en el que puedo hacerlo gratis. A veces no hay nada tan caro como la gratuidad. Decir que opino lo mismo que Teo Palacios y que entiendo su cabreo, cuando alguien no respeta tu trabajo no te respeta a ti, y tienes derecho a enfadarte mucho, mucho, aunque los demás sigan erre que erre con lo suyo. Quien no respeta las reglas pone piedras en tu camino, uno que ya no es nada llano de por si.

Os dejo su entrada, interesante por todo lo que cuenta y por los comentarios que suscita. Creo que resume un universo encontrado donde solo una verdad reluce, que cada quien se retrata a si mismo y que no todo vale, aunque algunos sigan pensando que sí.

martes, 5 de noviembre de 2013

Esa editorial independiente llamada Amazon:


Soy bastante escéptica en general, lo llevo en herencia, creo en los sueños, eso creo que también; pero no termino de creer en que alguien como tú, o como yo, que escribimos por pasión, lleguemos de la noche a la mañana a publicar en esa selva amazónica y de buenas a primeras nos hagamos con un ejercito de fieles seguidores de nuestra obra que nos acompañarán a lo largo y ancho de nuestra vida como escritores, hasta el mismo final. Esto me cuesta mucho creerlo. Pero sigo la pista de Amazon como fenómeno, como lugar posible, como remota posibilidad de algún día publicar mis obras. ¿Para cuándo será? Hay un largo camino primero, eso lo puedo saber porque me he demorado tanto que he ralentizado el paso, quizá hubiese cogido carrerilla de no existir este blog. Y es posible que a esta misma hora aún estuviese peor. La lentitud de este lugar y sus conexiones hacen que a diario tenga más claro lo que es escribir y el constante sacrificio que supone, y la pasión tan hermosa que es, lo que a mí me de veras me importa es que nunca se me pase esa pasión. Que me alcance para toda la vida y me siga funcionando, que escribir sea un lugar de desconexión, para todas las frustraciones diarias que llegando de alguna parte me aplastan y al escribir se exorcicen, con eso me basta.

Ahora vuelvo a ese lugar independiente llamado Amazon. ¿De veras habría un hueco importante para mí?, es que si no fuese un buen lugar no me interesaría, no me interesa el limbo de las obras. ¿Cuantos limbos existen por allí? Obras que solo conoce su autor y que ve decrecer a lo largo del tiempo hasta convertirse en la misma nada de cuando viven al fondo de un cajón. Me da por pensar que hay muchas y las que están ¿a que especie de contrato quedan confinadas?, creo que es todo lo que me preocupa de Amazon. Si la luna tiene una cara que no nos muestra, ¿cómo es el lado oscuro de Amazon?

La cara buena nos la muestra Blanca Miosi en esta entrada y está sujeta a sus propias normas que ella explica de forma gráfica. La cara mala solo podría contarla uno de estos escritores cuya obra no sabemos que existe. Creo que empezaré a indagar. 

lunes, 4 de noviembre de 2013

Guille Silva, 20.000 palabras

Acabo de leer ahora la entrada en su blog, ya tiene lista su novela para la venta. Mientras otros seguimos dudando sobre todo lo que hacemos, él ha conseguido hacer todo el trabajo que se propuso y presentarlo al mundo. Desde su blog, Diario de mi primer libro, ha ido dejando claro que es un buen escritor y siguiendo sus pasos puede verse que su vocación va en serio.

Vamos, que el libro 20.000 palabras, de Guille Silva ya está listo. Le deseo mucha suerte en su aventura y me hago eco de la noticia desde aquí. Le iré siguiendo de cerca, como siempre.

Os dejo la entrada en que lo cuenta

domingo, 3 de noviembre de 2013

Un titular:

Al final nos define tanto lo que aceptamos como lo que rechazamos.

Julia Otero


Premio Ondas 2013 a la trayectoria en radio más destacada.



En ellas se esconde, resumida, la gran lección de una profesional de la radio española, siempre tan inteligente como educada. Mi más humilde enhorabuena desde aquí.




sábado, 2 de noviembre de 2013

Admiración y amistad

Acabo de ver esta entrada, tan corta, pero que dice tanto y volví a decirme que hay personas que tienen la cualidad de elegir para ti, aquello que aún no conoces pero que te llena. Volví a decirme cuan importante es en la vida saber mirar. 

Sobre ese vídeo podría escribir mucho esta mañana, sobre todo lo que me produce, sobre todo lo que significa, pero a veces no hay palabras, hay que guardar silencio y sentir por dentro. Y no dejar de intentar ser buenos compañeros en la vida, siempre, para todos los que nos rodean. Porque nunca sabremos el tiempo que andaremos por aquí.

No se pierdan esta entrada

viernes, 1 de noviembre de 2013

Retazos...

Qué complicado se hace acostumbrarse a una persona importante en pasado. 
Pero qué bonito también sentirle cerca, aunque ya no esté.