En estos días me dediqué a leer El túnel, de Ernesto Sabato y me sorprendió porque me esperaba una lectura más elaborada. Hacía tiempo que no leía un libro tan directo y tan poco complejo a la hora de leer, quizá porque solo trata un tema a un mismo tiempo. El libro comienza en las primeras líneas diciendo que es Pablo Castel y avisando de que mató a una mujer, María Iribarne, de ahí en adelante se dedica a exponer las razones que lo llevaron a ese asesinato, cuyas razones se parecen tanto a las que se dan en los crímenes pasionales, hay una sinrazón constante y una obsesión por el objeto perseguido que lleva a conjeturar más que a saber a ciencia cierta.
Es curioso que este libro, tan ameno de leer, que incluso yo leí en tiempo record, nos recuerde de golpe qué es escribir una historia. Es poner un principio, un medio y un final, tal que así, eso y nada más, pero entre medias elegir las palabras adecuadas y lograr el efecto perseguido.
Mientras leía estas páginas leía una advertencia hecha en algunas páginas no sé si de Walter Riso: ese amor que parece más perfecto, es de todos los posibles el peor. Ese amor obsesivo que se afana en saber qué está haciendo en cada segundo la persona amada.
Pues bien, El túnel, ese amor obsesivo de Pablo Castel hacia María Iribarne trata. Y es ella quien lleva las de perder. Un libro recomendable sin duda.
Es curioso que este libro, tan ameno de leer, que incluso yo leí en tiempo record, nos recuerde de golpe qué es escribir una historia. Es poner un principio, un medio y un final, tal que así, eso y nada más, pero entre medias elegir las palabras adecuadas y lograr el efecto perseguido.
Mientras leía estas páginas leía una advertencia hecha en algunas páginas no sé si de Walter Riso: ese amor que parece más perfecto, es de todos los posibles el peor. Ese amor obsesivo que se afana en saber qué está haciendo en cada segundo la persona amada.
Pues bien, El túnel, ese amor obsesivo de Pablo Castel hacia María Iribarne trata. Y es ella quien lleva las de perder. Un libro recomendable sin duda.