En unas horas tendré en casa a mi familia para la cena de fin de año, a estas horas tengo un gran trabajo por delante para que todo esté de la forma en que me gusta, contaré con escasa ayuda, porque me cuesta mucho dejar que otro se ocupe de lo que yo quiero hacer, y porque ayer dediqué parte de la tarde a leer y ahora me falta todo ese tiempo, bien empleado por cierto. Faltará en mi mesa de despedida del año viejo y de al entrada al año nuevo, algunas personas que ya no están en este mundo, pero que estarán entre todos nosotros porque lo importante de verdad nunca muere aunque suframos su ausencia.
Podría dejaros un enlace cualquiera, acabo de leer entradas muy buenas, pero os dejaré la música que llenará mi casa en estas horas mientras hago montones de cosas a la vez, que en eso soy muy buena. Quisiera poner la música tan alta que llegase a cada rincón de la casa para inundarla con su voz, sin embargo los aquí presentes no gustan de sus letras, así que quizá solo inundará mis oídos desde el mp3, pero mi sonrisa perpetua estará asegurada. Nadie imagina la fuerza que me transmite ese conjunto de canciones que alguna vez grabó, que por fortuna son muchas.
Os deseo para este 2013 también lo mejor, y que sepáis que cuando comience el nuevo año también estaréis aquí. Porque todos y cada uno de vosotros lográis que me asome aquí -sea eso para bien o para mal-, sin vosotros esto no tendría sentido ni para mí.
Os dejo esa voz.
Un blog donde la tristeza y el buen humor caminan de la mano. Donde los límites entre fantasía y realidad se entremezclan hasta conformar un solo presente.
lunes, 31 de diciembre de 2012
domingo, 30 de diciembre de 2012
A punto de despedir un año pésimo
Pese a todas las idas y venidas es lo que concluyo, que el año fue pésimo porque poco a poco nos fueron imponiendo recortes que nos restan los derechos a los que desde que tengo memoria teníamos acceso. No haré ahora un despliegue de medios que no tengo porque me falta inteligencia para ello, pero salta a la vista que se han perdido empleos a un ritmo trepidante, se han perdido viviendas a de un modo vertiginoso, el otro día se daban datos: 300 desahucios por día; se paga 5 euros cada traslado en ambulancia para ir a diálisis o a radioterapia, si queremos enviar a nuestros hijos a la universidad nos toca trabajar en serio para pagarnos la factura y no es que hasta ahora lo regalaran. Y a esto le sumamos todo aquello, que no nos cuentan, pero vamos viendo.
De modo que no me importa que se diga desde el atril político que 2013 va a ser mucho mejor, porque todo apunta a que no. Quienes se han quedado sin empleo, sin vivienda, sin derechos en sanidad, sin facilidades para seguir estudiando a sus hijos y asumiendo la subida de la carestía de vida, al tiempo en que su jefe decide pagarle menos, porque aprovechando que estamos en crisis y no lo tiene sencillo para buscar otro trabajo también se aprovecha de la situación, dejando en el aire lo que parece una elección: o te quedas o te vas. La respuesta silenciada es que no hay a donde ir y que no queda remedio que seguir trabajando por lo que dan. Esa es a fin de cuentas la realidad, la que la gente que te encuentras a diario te cuenta de viva voz. Y en mi caso os aseguro que no es nada halagüeña.
Como digo estoy a punto de despedir un año pésimo, no tanto a nivel personal, si no a nivel de la gente que me importa y que me rodea; y confío tanto en la política que diseña el proyecto que queriendo o sin querer tendremos que seguir, que creo que 2013 será peor. Por eso de que después de los barros llegan los lodos.
Hoy como tantas veces, de veras que me quisiera equivocar, pero miro hacia 2013 de reojo, pensando en qué nos traerá en la saca, de todos los días que viene dispuesto a desgranar.
De modo que no me importa que se diga desde el atril político que 2013 va a ser mucho mejor, porque todo apunta a que no. Quienes se han quedado sin empleo, sin vivienda, sin derechos en sanidad, sin facilidades para seguir estudiando a sus hijos y asumiendo la subida de la carestía de vida, al tiempo en que su jefe decide pagarle menos, porque aprovechando que estamos en crisis y no lo tiene sencillo para buscar otro trabajo también se aprovecha de la situación, dejando en el aire lo que parece una elección: o te quedas o te vas. La respuesta silenciada es que no hay a donde ir y que no queda remedio que seguir trabajando por lo que dan. Esa es a fin de cuentas la realidad, la que la gente que te encuentras a diario te cuenta de viva voz. Y en mi caso os aseguro que no es nada halagüeña.
Como digo estoy a punto de despedir un año pésimo, no tanto a nivel personal, si no a nivel de la gente que me importa y que me rodea; y confío tanto en la política que diseña el proyecto que queriendo o sin querer tendremos que seguir, que creo que 2013 será peor. Por eso de que después de los barros llegan los lodos.
Hoy como tantas veces, de veras que me quisiera equivocar, pero miro hacia 2013 de reojo, pensando en qué nos traerá en la saca, de todos los días que viene dispuesto a desgranar.
sábado, 29 de diciembre de 2012
Preguntas sin respuesta
Antes lo eran todo el uno para el otro y ahora ya ni se hablan. Al cruzarse de casualidad por la calle miran a cualquier lado intentando no recordar aquel tiempo en que fueron más que amigos y planearon un futuro juntos, mientras la adolescencia asomaba a sus mejillas siempre arreboladas. Al verlos cruzarse como si quisieran borrar de un golpe toda su historia no dejarás nunca de preguntarte hasta qué punto el entorno influyó en su enemistad. Y si quizá en otro tipo de entorno pudieran permanecer para siempre como en aquel periodo en que fue todo felicidad.
A fin de cuentas, te preguntas sin saberlo, cuánto de planta tiene el amor, qué cuidados necesita para prosperar, si es de sol o de sombra, de mucho o poco regadío; haces conjeturas imposibles de descifrar.
Una historia distinta aquí
A fin de cuentas, te preguntas sin saberlo, cuánto de planta tiene el amor, qué cuidados necesita para prosperar, si es de sol o de sombra, de mucho o poco regadío; haces conjeturas imposibles de descifrar.
Una historia distinta aquí
viernes, 28 de diciembre de 2012
La enorme fatalidad
Creyó que había encontrado el amor
y solo encontró al asesino de su hija
de dieciséis meses.
A veces la realidad
es tan horrible
que uno quisiera
vivir para siempre
en la fantasía;
que imagina
que algo tan terrible
no puede pasar.
miércoles, 26 de diciembre de 2012
Cuando publicar no es lo que se esperaba (aún)
El mundo literario es complicado incluso para los escritores que publican en una editorial de toda la vida. Es un oficio en el que siempre prevalece el amor del autor sobre su obra, algo que no siempre los lectores pueden sentir a igual nivel. A fin de cuentas un trabajo que se sostiene en pie por el solo sentido que el autor encuentra en sus libros, y que quizá no halle ese nivel en nadie más. Ese es el riesgo final de publicar: quizá descubrir que nadie se entusiasma igual. Creo que aquí cabe recordar que para que un libro pueda suponer lo mismo para el lector que para su autor, ha debido leerlo hasta el final; algo que no siempre se da. Lo digo como lectora que termina de leer muy pocos libros de todos los que comienza.
Cuanto más leo más complicado es sorprenderme desde el principio hasta el final, único requisito que poseo como lectora; que la obra que empiezo logre interesarme en igual medida desde la primera letra hasta su letra final.
Decir que de Sergio G. Ros no leí nada aún. Pero quise traeros sus reflexiones en voz alta.
En esta entrada
Cuanto más leo más complicado es sorprenderme desde el principio hasta el final, único requisito que poseo como lectora; que la obra que empiezo logre interesarme en igual medida desde la primera letra hasta su letra final.
Decir que de Sergio G. Ros no leí nada aún. Pero quise traeros sus reflexiones en voz alta.
En esta entrada
domingo, 23 de diciembre de 2012
Si puedo sentirte aquí es porque estás aquí
Puede haber distancia
puede haber dolor,
pero nunca hay
un dolor tan grande
que borre la distancia
que nunca nos separó.
Siempre seré la sangre
de tu sangre, así,
como el primer día.
sábado, 22 de diciembre de 2012
Superación de un reto
Creo que cuando alguien tiene un plazo de tiempo para ejecutar un trabajo necesita sobre todo que le den ese espacio que precisa. De momento no sé la fórmula para reclamarlo y que todos lo cumplan, supongo que se necesita tomar tan en serio tu tarea que no quepa otra opción que dejarte unas horas al día de libertad para dedicarte a eso que deseas realizar. Quizá se necesita un mayor compromiso con uno mismo y ya. O haber avanzado tanto en un oficio que ya sea el tuyo.
Hace relativamente poco tiempo ella anunció que le habían otorgado una beca, pero le faltaba escribir el libro. Que estaba comenzando a documentarse y lo que hoy encontraba, mañana no le servía, pero que estaba decidida a tenerlo listo dentro de plazo.
Nos explica el proceso
Hace relativamente poco tiempo ella anunció que le habían otorgado una beca, pero le faltaba escribir el libro. Que estaba comenzando a documentarse y lo que hoy encontraba, mañana no le servía, pero que estaba decidida a tenerlo listo dentro de plazo.
Nos explica el proceso
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