Para entenderme cuando nadie me entiende.
Para pensar los pros y los contras.
Para callarme cuando debo callarme.
Para quejarme sin herir a nadie.
Para adaptarme mejor a las novedades.
Para dejar de pensar lo que no tiene remedio.
Para no olvidar lo que fue importante.
Para recordar lo que el tiempo ha llevado.
Para construir y reconstruir.
Para tener más posibilidades.
Para no perder la capacidad de soñar.
Para viajar de gratis por todo el mundo.
Para alojarme en muchas otras pieles.
Para vivir más vidas en una sola.
Para sorprenderme de lo que puedo inventar.
Para inventarme un mundo perfecto.
Para poder vivir conmigo pese a lo poco que me soporto.
Para soportarles pese a lo mucho que me quieren.
Para descubrir nuevos días nada parecidos al anterior.
Para alimentar a mis ojos con sopitas de letras.
Para tener tantas vidas que ni sé quien soy.
Para dejar algo mío cuando al fin me vaya.
Para llevármelos a todos allá donde esté.
Para crear nuevos lazos alrededor de uno solo.
Para no aburrirme, ni desesperarme, ni dejar de ser.
Para tener una vida de cuento.
O para contar el cuento de una vida.
...Para lo que sea...escribir porque sí.