Un blog donde la tristeza y el buen humor caminan de la mano. Donde los límites entre fantasía y realidad se entremezclan hasta conformar un solo presente.
martes, 13 de julio de 2010
Para el desánimo
lunes, 12 de julio de 2010
¡Próxima parada, Oviedo!
Sabias palabras
domingo, 11 de julio de 2010
Drenar las penas
Cuando llegas a la fiesta, los bebés se acomodan en sus sillitas con cara de sueño, sus padres se van con resignación, sabiendo que van a perderse lo mejor, pero satisfechos. El prado del aparcamiento es una montaña partida a la mitad sembrada de coches donde resulta casi imposible sumar otro coche más, aparcas y ves otro prado interminable y llano justo de frente donde a esa hora ya no cabe un alfiler. Las luces del escenario y la música tecno a todo volumen te dicen que el día ha sido largo y que llegar tal vez no ha sido una buena decisión, pero ya que has llegado es obligatorio intentar disfrutar un rato antes de volverte sobre lo rodado.
Es extraño no llevar a tus hijos, es la sensación eterna de que han crecido demasiado rápido, y no es errónea, han crecido demasiado rápido y como siempre tienes dos opciones, o amargarte o disfrutar, son las dos únicas opciones que tienes mientras dure tu vida. Y siempre eliges la primera. Uno está con sus amigos en otra fiesta y otra invitada a diez días de vacaciones en un lugar de ensueño. Nada de que preocuparse.
…Tal vez un poco de ese mar de gente de todas las edades que baila, charla, come o bebe entre eso que para ti son martillazos que te sacan de golpe el corazón, y te hace ensordecer al tiempo en que nada deseas más que marcharte. Dar un paseo por los alrededores del mar que está justo enfrente. Hubieras dado cualquier cosa por conseguirlo, pero te gusta demasiado mezclarte entre la gente y ser testigo directo de montones de historias. Además tu marido es tu polo opuesto y te aprieta la mano para que te quites esa arruga de la frente, sonríes con una sonrisa que es una línea recta trazada con los labios y te quedas a esperar que ese ruido se termine. Aunque sabes a ciencia cierta que tú te terminarás antes, pero si los abuelos que apenas se tienen en pie son capaces de soportarlo que no se diga de ti. Además el olor de las costillas asadas y de la sidra derramada sobre el prado es adictivo, allí junto a la barraca el ruido se hace más suave y observar a la gente divertirse tiene su qué. De pronto los tecnos se despiden y se abre el telón de otra orquesta que canta justamente las canciones que a ti te gustan, canciones tan antiguas como el Gloria de Humberto Tozzi que te traen con nitidez muchas caras que ya creías olvidadas, de muchas fiestas pasadas al lado de tu casa, allá por la era de piedra. Emocionante ese que levante la mano de Joseph Fonseca:
Que levante la mano quien no lloró un adiós
Que levante la mano quien no sufrió por amor
Que levante la mano quien no lloró un a dios
Que levante la mano quien no sufrió por amor…
Emocionante bailar como si esos veinte años no hubiesen pasado, miras esos ojos verdes que son los mismos de siempre y tal parece que no. Que se abre un paréntesis donde te sorprendes de estar bailando y riendo, donde tu presente se encaja y no queda una pieza suelta, un tiempo donde todo es perfecto. Aunque a tu gatito preferido lo hayan atropellado hace dos días por perseguirte carretera adelante hasta el contenedor, aunque hayas tenido que quedarte inerte viendo lo poca cosa que es la muerte, tal y como decía Eugenia Rico en la muerte blanca. Sí, la muerte es muy poca cosa, y los gatos sólo tienen una vida, y hay conductores que llevan tanta prisa que no pueden darte tiempo a que remedies tu despiste y te lo lleves entre las manos de nuevo a casa. Hay muchos gatos te dirán, sí, eso es cierto, pero cada uno de ellos es uno que no volverá a nacer, y has perdido demasiados.
Puedes olvidarte momentáneamente de todas las calamidades del mundo y disfrutar. Puedes vivirlo pensando en cómo vas a retratarlo en ese lugar que sin saber porqué lo hace necesario. Un matrimonio de novios que bailan hasta las cuatro de la madrugada y regresan a casa después que su hijo. Es raro abrir el portón del garaje y encontrarse su coche ya frío. Es raro porque debieras repetir la noche muchas noches más. Tu alma necesita drenar sus penas.
sábado, 10 de julio de 2010
Hay días tristes y nublados
viernes, 9 de julio de 2010
Frase
Reflexionando sobre el turismo
Los turistas han llegado hace meses, han llenado los restaurantes, la playa, los supermercados, pueblan las calles en las que antes no había casi un alma, y donde ahora somos un río de gente que viene y va. Para disfrutar de tu playa de siempre has de ir temprano o tarde, las horas más normales de entrar en el mar están prohibidas para asustadizos por el griterío constante de quienes no podrían darse ese lujo a diario, ni el lujo de mirar el mar. La riada que asoló la tierrina me lo gritó bien claro, sin turistas esto no es igual, ya forman parte de todo el paisaje que admiro, junto al espigón, la iglesia antiquísima, los veleros y pequeñas embarcaciones que lucen en el puerto los meses estivales o los espejuelos que se forman en la superficie del mar a unas horas, o lo bañan de plata al atardecer. Los turistas son parte de esas tonalidades a las que uno se acostumbra sin darse cuenta, y desde que han llegado y se han comprado segundas residencias, o se han hospedado en los hostales, el lujo estalla por doquier.
Les debemos que se haya aumentado la playa, se haya reparado el espigón, se haya duplicado el puerto, se hayan reparado las calles cambiando el sentido de la circulación, aunque a ciertas horas el embotellamiento se hace inevitable. Es entonces cuando la música que lleves puesta marcará la diferencia entre estresarte o disfrutar. Soy de las que disfrutan escuchando esa voz que me recuerda que algún día recordaré este instante como un instante de felicidad, porque en mi vida actual no puedo quejarme. (Mi única queja son quienes no están, y eso no podría cambiarlo ni aunque quisiera, porque nadie ha podido).
Los turistas se irán en breve, y dejarán la villa marinera atrás, y también esas mejoras que el ayuntamiento ha puesto en marcha solo por ellos, para que vengan de nuevo, y traigan más visitantes dispuestos a disfrutar de todas las maravillas que año tras año les sorprenden tanto como a nosotros.
El periódico de hoy anuncia las novedades previstas para el concejo:
Rehabilitar un palacio semiabandonado que me traía de cabeza -adoro las construcciones antiguas, con sus torreones, sus amplios jardines, su enormidad, su sabor a tiempos pasados llenos de historia-, finalmente lo van a reparar. Es una construcción del siglo XVI de estilo barroco que conservará su porte actual.
Hay también en marcha un campo de golf- me incomodan los campos de golf por sus precios de ricos. Saber que hay lugares que están al aire libre donde nunca podrás entrar, es un contrasentido difícil de asimilar.
También hay previstos más adosados, varios complejos hoteleros con spa, un auditorio, un gran centro comercial y más edificios para eventos. Lo bueno del plan es que esto rodea la playa, si se hiciese en línea recta llegaría a mi aldea, que de momento se conservará como está. Soy adicta a todo el verde que me rodea, al cielo despejado, a los prados apenas sembrados de casas; a mi eterna tranquilidad.
Estos planes de mejoras se hacen por el turismo, está claro. Los turistas pueden disfrutarlo en verano y puentes largos, casi ni más. En cambio los que pertenecemos a este concejo lo tenemos todo el año para deleitarnos, es la parte del todo que hay que pagar. Al final todo es una balanza que de una u otra forma tiende a compensarse.