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martes, 14 de diciembre de 2010

¡¡¡¡¡Felicidades!!!!!

Hace meses que la televisión empezó a verse de color verde, a Ella no le preocupó en absoluto, si algo le sobra es la televisión actual, tan chismosa toda ella y tan alejada de la verdad de lo que ocurre en el mundo incluso para los temas más serios, esos que atañen a todos los ciudadanos. Por eso cuando Sergio se lo advertió por primera vez se encogió de hombros y no varió para nada su actitud, si hubiese sido en otros tiempos quizá ella hubiese sido la más afectada, pero no ahora en que andaba mediopreocupada por temas mucho más interesantes que intentaba llevar a cabo sin saber el modo ni la forma.
La televisión de la cocina, más que nada servía para agriarle las comidas con las últimas noticias políticas, totalmente deprimentes y ajenas a su vida, en que todo se iba encareciendo de forma alarmada, lo que dejaba su sueldo mensual cada vez más comprimido para los gastos necesarios, los de ella y los de toda la gente a su alrededor, porque ser obrero siempre deja escasas alegrías incluso en las conversaciones, siempre tan circulares y tan prestas a rodar sobre si mismas.
Hoy en la mañana su hijo llegó a la habitación a despertarla, al oír su voz oyó también el despertador que sonaba junto a su oreja derecha y ni lo había detectado, soñaba con una tragedia nueva, una de tantas, que quizá algún día se concretaría, esperaba que no.
_ Anda, levántate que ya es la hora.

Eso fue lo que oyó de fondo mientras volvía a dormirse y volvía al lugar de ese accidente como en trance y se quedaba allí hasta que el teléfono fijo sonó y sonó y al descolgar no oyó a nadie al otro lado. De repente se imaginó que su hijo había llamado desde su teléfono móvil para despertarla, algo que efectivamente fue tal que así, y la dejó pensando en una llamada gastada para nada.
_ ¿Qué? ¿Qué te pareció?
_ ¿Que eres imbécil, o que quieres que te diga?
_ ¿No me digas que aún no entraste en la cocina?
_ Pues no, no entré, pero me imagino que voy a entrar a toda prisa.

Y al llegar a la cocina lo vio, una tele envuelta en un plástico blanco, y al verla se exasperó porque supo que procedía de un sueldo precario, y que era algo que ella no se merecía. Entonces tuvo la respuesta y era un sí, eso lo supo al leer lo que ponía en rotulador sobre el plástico blanco:

¡¡Mamá!!

Imagina que es 7 de Enero

¡¡¡¡¡Felicidades!!!!!

Por tener un hijo como yo!!


Después destapó la tele, LCD 26 pulgadas y la miró, no estaba segura de querer tener una tele nueva, casi estaba segura de querer ver explotar la tele anterior y no verla sustituida.
Pero de algo estaba segura, de felicitarse por tener un hijo como él. Que le estuvo enseñando todos los canales que ella no vería, y cómo ordenarlos, algo que ella no aprendería. No al menos mientras siguiera existiendo ese tipo de televisión, donde todo, todo es deprimente.
Después de estas indicaciones corrió al garaje para sacar su coche, y volver a ese trabajo donde tardaría mucho tiempo en recuperar el dinero de ese regalo que hizo a su madre, pero antes de irse tuvo que oír.

_ Gracias por tu regalo, pero cuando te cases te lo llevas a tu casa. Que es tuyo.

Una risa sarcástica se oyó de fondo en cuanto oyó nombrar lo del casamiento. Él era el mismo que había sacado sus teorías acerca de Dios, esas teorías que su madre siempre le recriminaba, pero que eran tan suyas como su piel, y que en el fondo le respetaba. Con nadie había debatido tantos temas interesantes a lo largo de su corta vida.

¡¡¡¡¡Felicidades!!!!!

Por tener un hijo como yo!!

Que bonita frase para cualquier madre, quizá la única frase que contiene dentro toda la verdad.

Palabras que cortan o sangran

Si diario me esfuerzo por encontrar la palabra adecuada,

No es tan raro que la sepa encontrar,

Así al vuelo, como si de una pluma de ave se tratara

Que llegada con el viento entrara en casa

Y sacudiera tus cimientos porque sin casi advertirla

Se te hubiese colado por algún resquicio inusitado de tu cuerpo

Y te dejase mudo al contemplar su delicadeza.

Te lo he dicho mil veces, y no lo tienes en cuenta,

Todas, todas las horas de mi vida busco y encuentro

La palabra perfecta, aquella que mejor define lo que siento.

De ese modo si me enfado puedo ser un huracán diestro y certero,

¿Por qué nunca me escuchas cuando hablo?

¿Por qué no me oyes cuando te lo advierto?

Me siento presa de cada sentimiento, incluso si desespero,

Y busco silencio en el mar, en el asfalto, incluso en el cielo

Mientras brotan las palabras que he de vestir

Con los mantos bordados de nieve y hielo,

De fuego, de arena, de campos yermos

Para regresar de nuevo y ser solo yo

y en tus ojos verde campo verme de nuevo.


lunes, 13 de diciembre de 2010

Miedo escénico

Lo primero que el ser humano debe hacer es reconocer ante sí mismo sus propias limitaciones, sean de la índole que sean. Es algo que, si nos detenemos a estudiar a la gente de nuestro alrededor, -vicio de cualquier escritor- nos cuesta mucho, siempre somos los últimos en enterarnos de aquello que nos adolece hasta el centro mismo de nuestro ser. Y por supuesto no me libro.
Recientemente, debido a que todo cuanto trate de la red es un descubrimiento reciente, me di cuenta de algo que me tiene en un ay. Sucedió cuando al leer el comentario de un blog, me hallé una fotografía tan divina que quise agrandarla para contemplarla en toda su magnitud, y ante mi sorpresa no hubo fotografía mayor, sino llegada al perfil de blog de ese hombre, algo que me llenó de alegría porque si la fotografía es espectacular el blog no lo es menos.Y de ahí llegamos a mi miedo escénico porque si yo he podido hacerlo, alguien puede hacerlo, y eso significa que esto puede ser un pasar de lugar a lugar incontrolable, vaya, que esto pasar de una simple charla desde la comodidad de mi dulce - y en ocasiones agrio hogar- a váyase a saber dónde y qué lugar donde pueda provocar a saber qué tipo de reacción, pensamiento, convicción, etc etc.
Y como dentro de mi mente todo se embarulla, enreda, complica, simplifica, resume y concluye, sucede que si comento en otro blog como hasta ahora, aparece la foto de mi perfil, Cabo de peñas en toda su magnitud en la foto que saqué a última hora de un día de verano encapotado junto a tropecientas más. Y de ahí quien quiera puede entrar en mi blog. Claro está que si comento como Anónimo esto no sucede, incluso puedo inventarme una identidad a voleo, y tener ese nombre que siempre quise tener al final de lo que diga, mi miedo escénico me ha llevado en alguna ocasión a ello y me arrepentí al instante, uno porque me gusta hacerme cargo de mis propias palabras, para eso escribo, y dos porque al leerlas después me doy cuenta de que eran preciosas, quizá porque eran mías, y me arropan de forma especial.

Podéis llegar al blog de la fotografía preciosa desde aquí, y arriba a la derecha os encontraréis esta invitación:

RECIBE MI ABRAZO

Todo lo que encuentres en este blog es tuyo, te lo puedes llevar; nada me halagaría más que alguien que me ayude a propagar los ideales y conceptos que, siento, estamos perdiendo como sociedad. Gracias por venir.

Con eso ya sabréis que no es simplemente otro blog, es un blog de lujo.




domingo, 12 de diciembre de 2010

Pregunta al aire

¿Por qué se hace tan difícil poner el punto final, aún cuando es ya tan necesario?

sábado, 11 de diciembre de 2010

Las palabras de un maestro

Me gustan los buenos escritos, aquellos que me aportan algo, los que me aclaran de forma brillante en que consiste el oficio de escritor, los que me sacuden, los que me hacen pensar, los que me emocionan, los que de pronto me afirman que mis sueño es el mejor, y que además de ser un sueño es una forma completamente válida de vivir la vida, aunque desde alguna parte de mi subconsciente me adviertan que no, y ese no suene tan rotundo como el mismo trueno.

Desde su blog ella me ha ido aclarando muchas cosas acerca de la pasión de escribir y de la construcción de una historia. También sobre lo que es un blog, y la templanza que es una con la elegancia, el saber medir la palabra justa y los silencios. Que es justamente lo que jamás aprenderé porque mis tiempos son siempre urgentes.

Desde su última entrada ha dejado un link para leer las palabras de Vargas Llosa, el flamante ganador del Premio Novel de literatura. Son muchas páginas, y en ellas se reconoce a un hombre que ha llegado a la cumbre de su profesión por méritos propios. Reconozco -me gusta reconocer mi inmensa ignorancia porque se advierte al fondo de todo cuanto digo- que es lo primero que leí de este escritor, y también uno de los mejores textos que he disfrutado. En él se unen valor y convicción, claridad mental y expositiva, pasión, destreza, sentimiento, justicia, amor universal, y me estaría así hasta agotar todas las páginas a mi disposición. Para encontrar la única palabra que me iba repitiendo mientras leía: Sublime.

Es una de esas alegrías que uno se encuentra en su blog. Algo que agradezco infinitamente.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Cuando digo tu nombre

Hay canciones que parecen escritas para quienes están y para quienes no están porque se han ido más allá de las nubes. Es una sensación extraña conducir en soledad a primera hora de la mañana, escuchando de fondo esta voz de seda y terciopelo, pese a llevar dos años largos escuchándola ininterrumpidamente. Si en algún momento de mi vida alguien me hubiese dicho que alguien conseguiría cantar todo cuanto yo hubiese querido escribir no habría podido creérmelo, y sin embargo pese a que a estas horas deberían ser discos rayados me siguen sorprendiendo y desatando sin cesar nuevos pensamientos al fondo de mi mente, que parecen rescatados desde un lejano lugar, allá donde ni sabía que los albergaba.

Esta canción como tantas otras me trae recuerdos frescos a la mente, esos recuerdos que intento no desenterrar porque duelen demasiado. Y por muchos años que pasen dolerán. Esta canción me recuerda el silencioso estar de Estrella en su tiempo de enfermedad, su tiempo de tratamientos y hospitales. Con la presencia serena de Ángel siempre a su lado, esperando que al final de todo se curase para seguir adelante en su comienzo de vida, porque lo suyo no era más que un comienzo del que no se habían recuperado aún, estaban deslumbrados de conocerse. Un comienzo que no fue más allá porque a sus recién estrenados veinte años Estrella dejó de respirar, justo al comienzo de siglo. Me imagino que a él se le sigue atragantando la respiración desde que también a sus veinte años la perdió, y me imagino que nunca se ha recuperado de aquel dolor con que tuvo que dejarla en una tarde de intensa lluvia en un cementerio. También imagino que si algún día por casualidad escuchase esta canción sentiría lo que yo, que hay canciones capaces de decir por nosotros aquello que nunca diremos. Y que al saberlas cantadas de algún modo indefinido nos consuelan.





Frase

En la vida de cada hombre, sólo existe una mujer con la cual puede conseguir una unión perfecta, y en la vida de cada mujer sólo hay un hombre con el que ella puede ser completa.

Susana Tamaro