Me quedará por delante un nuevo año con mucho trabajo, con muchos proyectos, con muchas sorpresas buenas y malas, con mucho por contar, aunque intente mantenerme callada y portarme bien. Me quedará superar muchos pros y contras antes de lanzarme de lleno a algo que quiero hacer. Seguiré necesitando este silencio en la casa, esta sensación de libertad que me produce hablar desde aquí, sé que es un contrasentido, pero es una dualidad extraña la que habita en mí; es una forma de escribir algo y no tirarlo meses después a la basura, porque sólo sirve para mí, en el fondo espero que le sirva a alguien.
Siempre que me siento a escribir lo hago para descubrir algo que antes no sabía, para interrogarme, para dialogar conmigo, para sacarme de adentro algo que me escuece, para comunicarme la alegría de estar viva, para soñar en voz alta, o para bajar hasta los subsuelos de lo que hay en mí. Hacerlo en este espacio es hacerlo visible para otros por si se interrogan sobre lo mismo y pueden hallar sus respuestas, aunque sea desde su oposición a las mías. Eso es lo que hace que esto tenga sentido aun cuando a veces ni yo misma parezca hallarlo, ni entender la insistencia irresistible a volver por aquí. Creo que de alguna forma es un paso previo para otra opción, otra que durante 2013 espero que se haga lo mismo de urgente que ésta de publicar desde aquí.
Un lugar donde publicar mis libros