Un blog donde la tristeza y el buen humor caminan de la mano. Donde los límites entre fantasía y realidad se entremezclan hasta conformar un solo presente.
domingo, 5 de febrero de 2012
En los cumpleaños
Cuando se suma un año más a la fecha de nacimiento, se suman nuevos renacimientos que hay que celebrar.
viernes, 3 de febrero de 2012
Como no ser una mamá drama
Ante semejante título, cuando me tropecé este blog por casualidad, solo pude leer, porque si soy algo es una mamá drama. De modo que mis propios hijos podrían abrirse un blog como este en cualquier minuto. Y si lo escribiesen con esta gracia, me lo leería de principio a fin. Aunque mis hijos no son de escribir, con verme al teclado día si y día no, se les quitan las ganas; no quieren acabar como yo. Yo les advierto que no es por escribir por lo que soy así, es que nací así, y eso nadie me lo arregla. A mi edad ya no...si hubiese sido antes quién sabe.
Pues eso, que en este blog, una hija anota todo aquello que no quiere hacer como madre. Es gracioso, porque cuando era hija yo tampoco quería ser como mi madre, y ahora soy diez veces peor. Más temerosa, más exigente, más capaz de abandonar mis tareas para dedicarme a todas las "necesidades" ociosas que a ellos les urgen, más y más y más...solo se sumarían más a peor. De eso estoy segura. Es por eso, que cuando voy a visitar a mi madre, puedo entenderla tan bien, y le agradezco los resultados de todo cuanto ha conseguido conmigo. Y me digo que quizá la forma en que me educó, fue la única en que me dejé educar. Casi que lo afirmo. Si yo hubiese sido menos antojica y menos cabezota, seguro que hubiese encontrado una forma menos drástica de educarme, y hubiésemos conseguido vivir mucho más en paz. Esto lo amplío a mi padre, que se implicó de lleno en nuestra educación. Él mucho más estudiado que ella, más inteligente y dispuesto a hacernos reflexionar. Si en algún momento me parecieron papás drama, tuve mucho que ver en ello. Hoy lo sé. Pero para eso ha hecho falta distanciarme de mí misma más de treinta años. Porque el tiempo, y nadie lo dude, pone todo en su lugar.
Ella dice en voz alta que no quiere ser una mamá drama. Y toma notas para acordarse de ello. Espero que el tiempo le sea propicio. Quién sabe, tal vez si una se lo propone a tiempo, y es consecuente, se cumpla.
http://www.comonoserunadramamama.com/2012/02/97-no-es-mas-ordenada-la-que-mas-ordena.html
Pues eso, que en este blog, una hija anota todo aquello que no quiere hacer como madre. Es gracioso, porque cuando era hija yo tampoco quería ser como mi madre, y ahora soy diez veces peor. Más temerosa, más exigente, más capaz de abandonar mis tareas para dedicarme a todas las "necesidades" ociosas que a ellos les urgen, más y más y más...solo se sumarían más a peor. De eso estoy segura. Es por eso, que cuando voy a visitar a mi madre, puedo entenderla tan bien, y le agradezco los resultados de todo cuanto ha conseguido conmigo. Y me digo que quizá la forma en que me educó, fue la única en que me dejé educar. Casi que lo afirmo. Si yo hubiese sido menos antojica y menos cabezota, seguro que hubiese encontrado una forma menos drástica de educarme, y hubiésemos conseguido vivir mucho más en paz. Esto lo amplío a mi padre, que se implicó de lleno en nuestra educación. Él mucho más estudiado que ella, más inteligente y dispuesto a hacernos reflexionar. Si en algún momento me parecieron papás drama, tuve mucho que ver en ello. Hoy lo sé. Pero para eso ha hecho falta distanciarme de mí misma más de treinta años. Porque el tiempo, y nadie lo dude, pone todo en su lugar.
Ella dice en voz alta que no quiere ser una mamá drama. Y toma notas para acordarse de ello. Espero que el tiempo le sea propicio. Quién sabe, tal vez si una se lo propone a tiempo, y es consecuente, se cumpla.
http://www.comonoserunadramamama.com/2012/02/97-no-es-mas-ordenada-la-que-mas-ordena.html
jueves, 2 de febrero de 2012
Noticias para escritores noveles
Hace un tiempo a mí me daba por escribir novelas. Y me sumergía en mundos tan apasionantes, que volver a la vida real me sentaba fatal. Siempre abandonaba ese mundo agotada, de exprimir tanto en el, extasiada de transitar un lugar en el que pagaría por quedarme a vivir, casi incapaz de llevar adelante tanto trabajo pendiente como ama de casa, que después de trabajar cuatro, cinco o seis horas al teclado; se enfrentaba a un mediodía avanzado con todo por hacer. Y después las continuas quejas porque andaba fastidiosa todo el tiempo: en realidad estaba deseosa por retomar esas letras, perfeccionarlas, pulirlas, cambiar esto por aquello, lo otro por esto... Y es que cuando te traes algo entre manos que te apasiona, te mejora, te espolea, te insufla vida, y además te llena por completo, te es imposible abandonarlo, o dedicarle un estricto horario. Forma parte de ti como tú mismo, y quien no se dedique a lo mismo no alcanzará a entenderlo.
Entonces yo siempre me decía: si al menos con ello ganase algo, podría pagar a una asistenta que haga la limpieza. Y a la una en punto me pondría con la comida, y podría tener un horario propio, y decir que ya tengo un oficio, y me ganaría un derecho. Pero entonces me preguntaba ¿ Y si al tenerlo como oficio perdiera su encanto? Y sospechaba que tal vez, si se transformara en una forma de ganarse la vida, fuese otra cosa. Una especie de losa que aplastase, en vez de unas alas con que volar. Soy extraña, lo sé.
Pero la buena noticia, es que si a día de hoy eres escritor novel, y te esfuerzas, y te atreves, y te lanzas. Y crees en ti aunque nadie crea. Y tienes una novela que lo es todo para ti, porque se ha llevado parte de tu vida, y te ha puesto miles de veces contra la pared. Y te lanzas y te atreves. Puedes comenzar el camino que algunos trazaron alguna vez. Un camino que comienza de la forma tan sencilla en que sabes escribir y caminar. Que no es ajeno a ti, y que de pronto, es tu vida.
Un camino que de pronto quizá se salga de sus márgenes, y te envuelva de lleno en el mundo al que perteneces. Solamente porque nunca dejaste de avanzar. Es hermoso que esto suceda, y es que a veces sucede. Blanca Miosi lo cuenta aquí. Siempre que alguien hace un recorrido deja un camino trazado. Y un camino trazado, es siempre una posibilidad a seguir. Y aunque ni se intente ni se consiga; está ahí. Un lugar donde antes no había nada, que es ahora el principio de una senda que otros ya pueden seguir. Es lo que se me ocurre cuando leo las palabras que conforman esta entrada. Y que celebro desde aquí.
http://blancamiosiysumundo.blogspot.com/2012_02_01_archive.html#3508460928711892225
Entonces yo siempre me decía: si al menos con ello ganase algo, podría pagar a una asistenta que haga la limpieza. Y a la una en punto me pondría con la comida, y podría tener un horario propio, y decir que ya tengo un oficio, y me ganaría un derecho. Pero entonces me preguntaba ¿ Y si al tenerlo como oficio perdiera su encanto? Y sospechaba que tal vez, si se transformara en una forma de ganarse la vida, fuese otra cosa. Una especie de losa que aplastase, en vez de unas alas con que volar. Soy extraña, lo sé.
Pero la buena noticia, es que si a día de hoy eres escritor novel, y te esfuerzas, y te atreves, y te lanzas. Y crees en ti aunque nadie crea. Y tienes una novela que lo es todo para ti, porque se ha llevado parte de tu vida, y te ha puesto miles de veces contra la pared. Y te lanzas y te atreves. Puedes comenzar el camino que algunos trazaron alguna vez. Un camino que comienza de la forma tan sencilla en que sabes escribir y caminar. Que no es ajeno a ti, y que de pronto, es tu vida.
Un camino que de pronto quizá se salga de sus márgenes, y te envuelva de lleno en el mundo al que perteneces. Solamente porque nunca dejaste de avanzar. Es hermoso que esto suceda, y es que a veces sucede. Blanca Miosi lo cuenta aquí. Siempre que alguien hace un recorrido deja un camino trazado. Y un camino trazado, es siempre una posibilidad a seguir. Y aunque ni se intente ni se consiga; está ahí. Un lugar donde antes no había nada, que es ahora el principio de una senda que otros ya pueden seguir. Es lo que se me ocurre cuando leo las palabras que conforman esta entrada. Y que celebro desde aquí.
http://blancamiosiysumundo.blogspot.com/2012_02_01_archive.html#3508460928711892225
Retazos...
Nadie está jamás solo, por cada persona que llora, hay millones de personas que lloran, aunque no sea por la misma causa. Por cada persona que ríe lo mismo.
Somos un encadenado de vidas que se enlazan.
Somos un encadenado de vidas que se enlazan.
miércoles, 1 de febrero de 2012
Acunando un sueño
En eso está el grupo Morrigans, y en solo dos años de andadura, va consiguiendo pequeños éxitos, que poco a poco se van sumando a los sueños por llegar. Creo que es agradable que la música una en sus pasiones a la gente joven. Que es bueno que se dejen acunar por los sueños de ser cada día mejores y llegar más lejos. A fin de cuentas, quizá sea el único sueño que valga la pena.
A veces uno tiene pequeños sueños que no sabe cuándo se cumplirán, pero lo que sabe muy fijo es que se cumplirán. Lo sabe por lo mucho que lucha por ellos.
Las letras de este blog, así como por arte de magia, están llegando a todos los rincones del mundo. Y siento vértigo cuando veo a los países remotos hasta los que pueden llegar. A veces hasta el punto de entrarme un frío helado por la nuca y plantearme cerrar. Pero hay algo hermoso en dejar que los sueños fluyan y lleguen lejos, porque este rincón está lleno de sueños que no son míos solamente. Está hilado con muchos otros sueños que voy enlazando según los siento. Y además de mi voz, por aquí suenan otras voces, que nunca quisiera acallar. Se acunan sueños de otros sueños, que voy sumando a los míos, en un camino compartido, que me lleva a retornar.
http://www.youtube.com/watch?v=1LuiND2hcEQ
A veces uno tiene pequeños sueños que no sabe cuándo se cumplirán, pero lo que sabe muy fijo es que se cumplirán. Lo sabe por lo mucho que lucha por ellos.
Las letras de este blog, así como por arte de magia, están llegando a todos los rincones del mundo. Y siento vértigo cuando veo a los países remotos hasta los que pueden llegar. A veces hasta el punto de entrarme un frío helado por la nuca y plantearme cerrar. Pero hay algo hermoso en dejar que los sueños fluyan y lleguen lejos, porque este rincón está lleno de sueños que no son míos solamente. Está hilado con muchos otros sueños que voy enlazando según los siento. Y además de mi voz, por aquí suenan otras voces, que nunca quisiera acallar. Se acunan sueños de otros sueños, que voy sumando a los míos, en un camino compartido, que me lleva a retornar.
http://www.youtube.com/watch?v=1LuiND2hcEQ
martes, 31 de enero de 2012
Si tú me dices ven lo dejo todo...pero dime ven
Este libro de Albert Espinosa, era de obligada lectura, después de leer una entrevista que encontré en el blog El alma impresa, y que después dejé aquí, en este lugar que avanza como loco escapado del manicomio, a saber donde. Pues eso, era de obligada lectura después de conocer la forma en que piensa Albert Espinosa, y el mundo tan particular que habita.
Creo que ese mundo lo retrató de una forma extensa en su libro El mundo Amarillo. Es un mundo personal que no cabe explicar. Para conocerlo y comprenderlo hay que leer todo el libro, desde el principio hasta el fin. Pero que puede resumirse en una frase: Si crees en los sueños. Ellos se crearán. Es un libro que gustará a quienes crean en los sueños, y en la gente capaz de sobreponerse a todo: en cualquier circunstancia y cualquier lugar. Más que libro es el resumen de una filosofía de vida, que solo cabe atesorar.
Pues bien, Si tú me dices ven lo dejo todo...pero dime ven, lleva una dedicatoria especial: "Dedicada a todos los que siguen queriendo ser diferentes y luchan contra aquellos que desean que seamos iguales". Quizá por eso me sentí a sus anchas dentro de ese mundo particular, desprovisto de artificios, descripciones tortuosas o demás triquiñuelas de pésimo escritor. Un escritor de verdad sabe que un lector llega a un libro provisto de una fructífera imaginación, capaz de imaginar cualquier espacio, sin que tenga que escribir diez mil detalles, que le obligue a leer, para que vea esa habitación del fondo, con una ventana circular que muestra el mar. Es por eso que se hace un libro ameno de leer, y lleno de matices importantes. Tiene una historia que contar, y la cuenta, es del tipo de libros que me llena.
Cierto que son 201 páginas a doble espacio, bien separadas, bien presentadas, con títulos originales que forman parte de la historia que muestra a continuación. Por lo tanto es posible que la historia en interlineado sencillo no pasase de las 90, no sé. Quizá ello contribuya a que se haga fácil de leer. Cuenta la historia de un hombre que es contratado para encontrar a un niño secuestrado. La historia se entrelaza muy bien, dejándote en suspense, pero no ese suspense fastidioso que no tiene explicación. Sino un suspense agradable, que te lleva a volcar las páginas sin sentirte estafado. Hace que formes parte de esa historia que se va desgranando a media voz.
Hay alguna parte del libro que hubiese necesitado - parece imposible que lo diga siendo yo- menos efecto pluscuamperfecto, osease, demasiado perfecto para ser verdad. Pero si no lo hubiese llevado el libro contaría otra historia, y era justo esa historia la que Albert Espinosa quiso contar. El libro cuenta la historia de Daniel, y sus problemas con sus padres. De Dani y la forma en que conoce a un hombre mayor, llamado Martín, en el hospital. De Dani cuando se escapa de casa y conoce a George. De Daniel y el día en que su novia se marcha de casa porque ya no quiere tener un hijo con ella. De Daniel el día en que conoce a Izan - el niño secuestrado- a su padre y a su abuela; y estos tres descubrimientos le cambian la vida. Una vida que en su momento Martín y George comenzaron a cambiar.
Si tú me dices ven lo dejo todo...pero dime ven, es en definitiva un universo especial en el que cabe sumergirse, para después salir a la superficie, y mejorar en el arte de nadar.
http://es.wikipedia.org/wiki/Albert_Espinosa
http://es.wikipedia.org/wiki/Albert_Espinosa
lunes, 30 de enero de 2012
Un convencimiento propio
El lujo y la felicidad siempre te serán posibles. Si pasas a considerar pequeño lujo, cada instante de tu vida.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)