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viernes, 16 de junio de 2017

Un grito de amor desde el centro del mundo, de Kyoichi Katayama

Este es uno de esos libros que no se olvidan, escrito desde la más pura belleza estilista desde todos los sentidos. Cuenta la historia de amor entre Hirose y Aki recreando la descripción de lugares, personajes y situaciones con una delicadeza digna de vivir y de admirar. Es uno de esos libros que se sostiene por sí solo, por medio de una construcción impecable. Cuenta una historia triste, ya que Aki se enferma de Leucemia y ambos son tan jóvenes que a penas comienzan a vivir, pero su historia es tan especial que no hay una sola página en la que no se retrate la celebración de estar vivos.

El libro está editado por la editorial punto de lectura y cuenta con 190 páginas que vale la pena recorrer. Por si alguien tuviese alguna duda, mi blog es un lugar personal, sin ánimo de lucro, solo de compartir todo aquello que contrarresta las noticias diarias -casi siempre deprimentes-, y el amor a la lectura y escritura a modo de compensación. Hay de un tiempo a esta parte mucho afán, parece ser, por despejar las casas de todo aquello que algunos consideran prescindible, por ejemplo libros, supongo que porque los lectores electrónicos ocupan menos sitio. Ya decía mi abuela paterna que lo que unos no quieren otros lo desean, es por eso que Un grito de amor desde el centro del mundo ha pasado a formar parte de mi biblioteca al precio de un café. A veces tengo la sensación de que un ángel me protege y me acompaña; no podréis echarme en cara que quiera compartirlo con vosotros también, es para esto para lo que sirve este lugar.

Hasta que me topé con el libro y leí la contraportada así como algunas páginas sueltas por el medio, jamás tuve idea de hubiese un escritor llamado Kyochi Katayama, por desgracia sí conocía alguna historia tan triste como la que nos cuenta. Una sucedida en verdad y que por más tiempo que pase no se consigue superar. Pues bien, leyendo este libro tuve la sensación de que quienes hayan vivido una historia como esta desde cualquier ángulo de parentesco o amistad encontrarán algo parecido a un consuelo, porque hay personas que aunque duren poco tiempo en el mundo dejan una estela que bien puede alcanzar la eternidad.

 Hay estrellas que pese a todo nunca dejan de brillar para nosotros desde donde están. Nos acompañan como una brisa suave y nos señalan lo importante sin que nos demos cuenta, son capaces de poner en nuestras manos lo más bello, para que nos demos cuenta de que la belleza en este mundo nuestro nunca deja de brotar de mil formas diferentes y una más. 


jueves, 8 de junio de 2017

Oncodudas.es

Un equipo de enfermeros del hospital asturiano del Huca decidieron abrir una página rigurosa para responder a todas las dudas que plantea la enfermedad del cáncer. Después de constatar la cantidad de sitios web que pululan por Internet acerca del cáncer, decidieron crear un lugar en el que la gente pueda consultar sin que les llenen la cabeza de bulos, en el que todo lo que se encuentre sobre el cáncer sea contado por un equipo médico que sepa de lo que se habla. Un lugar desde el que aportar conocimiento, desde el que poder ayudar a gente de todo el mundo.


Una iniciativa que celebro y que comparto con vosotros para que llegue más lejos:


Oncodudas.es 



martes, 30 de mayo de 2017

El beso del Sáhara, de Gonzalo Moure

Al comenzar a leer este libro ya te encuentras lo primero que te encantará de el: El autor cede los derechos de esta obra al pueblo Saharaui, para la realización de labores humanitarias.
Piensas que eso es amor y que es un gran principio, pero lo mejor de todo es que a lo largo de sus 116 páginas toda la obra es amor; amor a la vida en su máxima expresión. A veces uno no sabe dónde poner sus sueños ni qué pensar sobre ellos, los deja en cuarentena, pero se alegra mucho de ver cómo los cumplen los demás. También se alegra de haberse topado alguna vez con autores que nunca le defraudan, y Gonzalo Moure es uno de ellos.

No me gusta desvelar mucho las historias que cuenta un libro porque aquí no hay atajos, son como una medicina, para que nos funcione hay que hacer el tratamiento completo, en este caso yo diría comprar el libro que además va para cumplir más sueños. Cualquier libro se puede resumir, pero no vivirlo, por eso lo importante es leerlo: vivirlo desde dentro. En cualquier otra página puedes encontrar la sinopsis, o un resumen largo que te puede hacer pensar que sabes de que va, pero no es cierto, sería como si alguien te enviase la fotografía de una sandía y para que adivines su sabor, para nada, no es lo mismo y no alimenta.

El beso del Sáhara habla de una niña saharaui que se llama Nadira y de una niña madrileña llamada Marta, que llega al campamento de refugiados con sus padres, su padre es diputado. Nadira siempre quiso vivir en otro lugar, Marta goza de todos los privilegios sin pensar. La niña saharaui cuando tiene a Marta cerca, tan rubia, tan blanca, tan bonita vestida no puede evitar recibirla con un beso, entonces por un tipo de magia incomprensible se intercambian sus cuerpos. Ahora Marta queda atrapada en un campo de refugiados y Nadira conocerá el privilegio de ser hija de un diputado de Madrid.

Es un libro que nos habla de detalles de un mundo que desconocemos, retratando la belleza una tierra que pese a todos los problemas que sufre tiene unos amaneceres y unos atardeceres hermosos, porque sí, porque la naturaleza no se deja arrancar por la avaricia; así como la lealtad de algunas gentes nunca se podrá comprar. Cuenta todo esto y mucho más. Es un libro cargado de matices y belleza, de belleza y matices desde el principio al final. Tal vez la confirmación de que cuando el amor puede subirse a un teclado imprime una de las mejores historias que alguien te pueda contar.



martes, 25 de abril de 2017

Diario de un vampiro en pijama, de Matias Malzieu

Con su estilo poético y la humildad que le caracteriza, así como su gran capacidad de crearse un mundo amable en cualquier circunstancia, en las 211 páginas que componen esta novela, Matias Malzieu nos cuenta su periplo durante una grave enfermedad que padece de repente, esa que los médicos denominan "Aplasia medular". A partir de ese instante y pese a que su vida se encuentra en una vorágine de presentaciones y proyectos, se ve obligado a ingresar en el hospital para ser tratado de su enfermedad, llegando hasta el punto de verse aislado dentro de una habitación burbuja a la que solo puede entrar el equipo médico especializado y de la que el enfermo no podrá salir hasta que su situación clínica se haya regularizado.

A lo largo del libro logra plasmar lo que es un referente en su obra: la belleza de lo cotidiano filtrada a través de la mirada de un niño ya crecido. Con esa mezcla de ingenuidad y bondad con la que logra recrear incluso lo anormal. En este punto en que ya no tengo claro las frases que puedo poner desde el blog por eso de los derechos de terceros, no anotaré ninguna para quienes podáis entrar aquí a leer, aunque os digo que me encantaría porque todo el libro es una siembra muy acertada de ellas.

A lo largo de la lectura se me ocurrió que la vulnerabilidad de todo enfermo grave de cualquier hospital coincide en lo mismo que cuenta. El dolor de los familiares que ya llevan su cuota de derrotas a cuestas, la evasión de los amigos que ni llaman ni aparecen, los cuidados de un equipo médico de excelente valor personal y profesional, el Yo dolido y enfermo venido a menos; los pinchazos, las transfusiones de sangre junto a la necesidad de buscar la manera de contrarrestarlo todo: La forma de lograr que la vida pese a todo siga siendo un lugar feliz, en el que mañana tal vez ni exista. 

La dureza de la realidad enfrentada a la maravilla de seguir vivo.

Este libro es un homenaje al amanecer, al anochecer, al dolor, a la alegría, a las personas que se quieren y que nos quieren, a la conciencia cruda de que un día moriremos pero que mientras tanto todo es posible. Quedémonos con eso, disfrutemos de lo que en verdad es importante para nosotros ahora, no perdamos tiempo.

Recomendable lectura. Grande Matias Malzieu ;-)




viernes, 24 de febrero de 2017

Todas las criaturas grandes y pequeñas, de James Herriot

Este libro fue el primero que leí este año, lo compré al precio de un café y lo disfruté tanto como si se tratase de unas vacaciones, porque fue uno de esos libros capaces de trasladarme a otros escenarios y otras vivencias además de entretenidas dignas de mención. He retomado la tranquilidad de seguir un libro página a página donde quiera que esté, la capacidad de leer y comprender aún en medio de un ruido casi infernal, es algo que agradezco de verdad en medio de tantas noticias deprimentes que nos trae la actualidad; vivir informado puede ser cruel, eso también vosotros lo sabéis.

Lo bueno de leer en tiempos de Internet es que sin necesidad de tener una biblioteca extensa puedes saber lo que Wikipedia, por ejemplo, cuenta de su autor. James Herriot fue veterinario de verdad, algo que en los primeros capítulos ya se intuye, pero sentí la necesidad de saber algo de su biografía justo ahí y se rumorea que parte de sus libros retratan su propia vida. Yo destaco sobre todo su amor y admiración hacia los animales, así como a la naturaleza y el gusto por las cosas sencillas de la vida.

Lo primero que me llamó la atención de este libro editado por grijaldo mondadori fue su portada, después ojeando su forma de escribir me atrapó la vida retratada allí  y esa capacidad suya de llevarte de la mano a todos sus escenarios. Como persona de pueblo en esta lectura me sentí como trasportada a las casas que visité en mi infancia, a veces los niños nos entendemos mejor con los animales que con las personas y es un entendimiento que a veces dura de por vida. Admiro la fidelidad de estos seres que no pueden hablarnos y nos dicen tantas cosas de sí mismos y de nosotros sin ofender. Nos demuestran que las palabras tienen una importancia relativa en todos los aspectos y está bien que alguien nos lo recuerde alguna vez.

Todas las criaturas grandes y pequeñas es un libro que quiero recomendaros desde aquí. No quiero contarlo ni destriparlo, considero que lo importante es seguirlo página a página para no perder esa esencia rural que amenaza con desaparecer de nuestras tierras, incluso aquí en Asturias se hace tanto en su contra que nunca está de más despertar y luchar por conservarla como parte de aquello que fueron nuestros abuelos y nuestros biznietos podrían ser. Hombres y mujeres en perfecta sintonía con una naturaleza rica que les respeta y les permite ser. Una tierra que alimentada de forma inteligente te provee de su alimento, se deja hacer.

domingo, 25 de diciembre de 2016

Feliz Navidad y un próspero 2017

Hace mucho que no paso por aquí y no se si echo de menos este lugar, en cualquier caso es un recuerdo de un tiempo que después de pasado sigue conservando su sentido. Es un sitio agradable al que retornar con un nuevo aliento lleno de cierta esperanza en el futuro. Los sueños unas veces se abandonan y otras veces se agarran de los pelos. En otras ocasiones ni lo uno ni lo otro, son mientras la vida se va sucediendo del modo en que sucede la vida: Nadie sabe cómo irá.

En cualquier caso en este momento hemos retomado unas fechas especiales. Y me asomo para desearos a todos Una Feliz Navidad y un muy próspero año nuevo.

En este momento dedico mis días a retomar aquella normalidad anterior a este lugar y la saboreo sin otra pretensión que aprender lo que la vida tenga a bien enseñarme. Dudo bastante que sea escritora, solo sé  que me gusta escribir y no soporto que la escritura interfiera demasiado en el resto de mis cosas. Me avergüenza demasiado por ahora lanzarme a luchar de verdad por estar en los rincones desde donde los libros se lanzan sin paracaídas en busca de un lector. No me siento con fuerzas por ahora.Tal vez sea algo destinado a otro futuro o a otras vidas. Lo que es fe del todo no me falta...

Gracias por seguir ahí y que la vida os sea abundante en cosas buenas; eso siempre. 

miércoles, 20 de julio de 2016

Va por rachas


Internet parece ser el lugar donde se encuentran todas las respuestas, sin embargo de un tiempo a esta parte se me antoja un sito en el cual perdemos demasiado tiempo en el que podríamos estar disfrutando de los demás: aquellas personas que hacen que nuestra vida sea especial.

Lo mismo diría de la televisión, de la radio o de cualquier cosa con que llenemos el silencio, ese espacio vital en el que conocernos, para saber qué es para nosotros lo importante. Nacemos con una serie de tiempo limitado, somos conscientes de ello cada vez que alguien conocido se nos muere. Sabemos que tal vez nunca llegue para nosotros el año que viene, el mes que viene, el minuto siguiente...es por eso que cada vez le dedico menos tiempo a Internet.

Entre tantas cosas en las que he dejado de creer, ya se encuentra. Tal vez por toda la publicidad que comienza a pulular por todas partes, Comienza a ser lo mismo que ver la tele, se suma el tiempo perdido entre aquello que no quieres ver. Puede que sea desánimo, o el principio de otra etapa. Y no importa, la vida a tiempo real es mucho mas interesante y ocupa todo mi tiempo. Y lo disfruto. 

Es verano. Un verano que llena los cielos de soles y de nubes, con alguna lluvia. Vivir en Asturias es una aventura diaria. Aquí la belleza es un privilegio constante. Cualquier sueño parece alcanzable si lo que deseas es ver un lugar rico en todos los matices que se quiera.

Va  por rachas. Sentir que el corazón está repleto de buenos momentos es una costumbre que por nada del mundo quiero perder. El paisaje es de un verde frondoso desde mi ventana, mezclado con el azul del cielo en una mañana sin sol, con muchos rollos de hierba seca por todas partes, dos caballos pastando en el alto de un promontorio, muchos árboles y algunas casas como salpicadas de cuando en cuando. Dos caballos más se han sumado como queriendo retratarse en mi entrada, ya son cuatro y a lo largo de la mañana se sumará alguno más En días como hoy creo que ser más feliz no se puede.

Tal vez la felicidad sea poder disfrutar de lo que se tiene, aunque pertenezca a la tierra. No plantearse metas y no detenerse. Dejar que nuestros pasos nos lleven a donde debamos estar.