Powered By Blogger

domingo, 2 de noviembre de 2014

Un regalo para la mañana de hoy

Es cierto, uno se queda emocionado y sin palabras, pero eso no evita compartirlo para que más gente pueda disfrutar de la emoción.


Disfrútenlo





miércoles, 29 de octubre de 2014

Escritos dormidos


Duermen mis escritos entre archivos de ordenador que ni me atrevo a mirar. Esas historias me parecen ahora tan inocentes, tan ignorantes de la vida tal y como sucede ahora, que me gritan en lo que ha ido trayendo día tras día la actualidad. En ese tiempo en el que antes escribía tenía una gran conciencia de que el conjunto de nuestro pueblo iba a mejor. Cada quien tenía un trabajo con el que ganarse la vida y mes tras mes, aunque fuese mediante un gran esfuerzo, se iba prosperando a pasito lento de tortuga. Eso daba margen para recrear historias de personas que se encontraban trabas y las superaban; sin saber muy bien por qué, o a sabiendas, todas mis historias se centraban en ello. Mientras los paisajes hermosos o deprimentes se desgranaban y recreaban inspirados por la esencia de la ilusión y se terminaban concluyendo. Sentarse a escribir despreocupadamente era algo que por entonces te podías permitir en un mundo seguro a tu alrededor.


Después el suelo comenzó a tornarse resbaladizo y cambiaron los finales y el centro y el principio de todas las obras. Sucedió en medio de una confusión que nunca entendías porque de pronto te había cambiado la visión. Tardaste años en entender que al seguir las noticias de cerca y a diario, hacían que la realidad buscase huecos entre lo que escribías cambiando el significado. Y en medio de tus intentos surgió la duda, ¿dejo en mis escritos aquello que estuvo o lo que ha quedado? Sabes que algún día, quieras o no quieras, tendrás que tomar una decisión. 

Avanzando en el desprogreso

La pobreza infantil sigue aumentando, los bancos de alimentos se quedan vacíos, los sueños se escabullen por debajo de la puerta, las maletas alejan a las familias que no pudieron sobrevivir a esta crisis. Los desahucios dejan las casas sin risas y a sus dueños viviendo sin un techo sobre sus cabezas.


Y en consecuencia las mujeres han dejado de parirle hijos al mundo. Y los hombres buscan cualquier trabajo que aún no llega.


Y saltan voces de culpables que posiblemente sean juzgados como inocentes. Y el mundo sigue girando, chirriando en su eje oxidado, que tal vez un día se quiebre.

lunes, 27 de octubre de 2014

Microcuento

Da lo mismo todo lo que se escriba, mientras se trate de ti, siempre quedará un capítulo más que añadirle a mi historia. Lo nuestro es el cuento que nunca acabará.


                                                                                           Begoña Argallo







Hay tanto por hacer y por mejorar

Si me detengo a mirar al mundo, tal y como está en este momento, encuentro mucho que cambiar y me cabreo mucho porque creo que no sería tan complicado que todo el mundo tuviese un plato de comida en su mesa. Creo que contamos con los medios necesarios para hacer llegar hasta el último rincón del mundo un pack de alimentos, aunque sean en formato de barrita energética. Ese es un crujido que tengo desde los ocho años o así, en que escuché hablar a un misionero recién llegado del Congo. Alguien que conocía nuestro mundo y su mundo tan perfectamente como solo puede conocerlo quien convive entre sus gentes. Aquella charla me impresionó lo suficiente como para dejarme esperando que algo cambie, incluso 36 años más tarde. Es casi un crujido diario.




En días como hoy, que amanecen con un sol espectacular en lo alto del cielo. Con mucho tiempo por delante. Sin poderme quejar por nada en lo personal. Con muchas metas conseguidas y alguna aún por lograr -lo cual significa que sigo viva- y algún que otro dolor por aquellos que ya no están y a quienes no dejo de sentir a mi lado ni un segundo de mi vida; es tiempo de agradecer que de un tiempo a esta parte pueda rodearme de gente de tanta calidad humana.




A través de los blog que sigo o de la información a la que alcanzo desde internet, se ha ampliado de forma increíble el universo de gente junto a la que me siento feliz de caminar, eso aunque ya casi no comente. Creo que a estas alturas puedo repetirme mucho, o repetirme tanto que incluso a mí me llego a cansar, por eso no suelo comentar. Todo va por etapas y tal vez me estoy aprendiendo a dosificar; sería esa una gran novedad.


Pero en este momento en el que sol irradia tanta alegría a su paso no quisiera dejar de decir que el mundo está lleno de gente maravillosa que hace que nos sintamos maravillosos también solo por existir.


Gracias, gracias mil. No se me ocurre un lugar mejor en el que estar. Tenemos tanto por hacer y tanto por mejorar que quiero contagiaros desde aquí la profunda alegría de hoy estar vivos.

martes, 21 de octubre de 2014

¿Hasta cuando el hambre y la enfermedad?

Me equivocaba al decir que habían traído a nuestro país una enfermedad que no sabemos curar. Estamos a un paso de saber que si.

Pero seguiremos estando lejos de ir a combatir esa misma enfermedad justo donde más urge erradicarla, el lugar donde proviene.

Y todas las injusticias que nuestros ojos no presencian se repetirán un millón de veces, por todo aquello que si hubiéramos sumado fuerzas en serio, hubiésemos podido evitar.

Desde los pueblos lejanos llega un lamento que se extiende como el viento. Un lamento que aunque lo quiera no puedo dejar de escuchar. Minuto a minuto se necesita una ayuda que no llega. Se reza una plegaria que no obtiene respuesta. Y se repite una injusticia que hay que parar.





martes, 14 de octubre de 2014

Voluntarios para las primeras vacunas del Ébola

Hace unos minutos lo veía en un telediario, ya se prueban las primeras vacunas que tratarán de inmunizar contra una enfermedad que lleva matando desde hace 40 años en los países pobres.


Otra prueba de que al final todo tiene un fin comercial, si puedes pagarlo, obtienes un remedio ante la enfermedad, pero si no puedes pagarlo debes limitarte a morir con tranquilidad. El mensaje no puede hablar peor de lo que somos como sociedad, de aquello por lo que luchamos en conjunto; unos por ponerlo en marcha y otros por quedarnos a ver como pasa. Aquí nadie puede librarse, cuando quien habla es la realidad.


Para los malpensados, esta vacuna ya estaba en marcha antes de reportar a los misioneros a sus lugares de origen. Y ahí estaba la clave de todo aquello que parecía tan difícil de explicar. Tal como parece habrá vacunas, y la vacunación en el Tercer Mundo seguirá necesitando de las donaciones también voluntarias, porque nada hace prever que en este Primer Mundo tan egocéntrico podamos cambiar algo tan fundamental como dejar de mirarnos el ombligo y colaborar con quienes no tienen nada.


40 años muriendo por una causa evitable es una cifra cruda para la humanidad. Hay adelantos que llegan tarde porque nadie se puso en marcha. Con eso me quedo. Es sobre eso sobre lo que quiero reflexionar.