Powered By Blogger

lunes, 30 de mayo de 2011

La libertad es el arte, y el arte la libertad.

Vive en la playa, duerme en el hueco que forman las escaleras del paseo, sobre cartones que él mismo rescata de los contenedores de papel. Ronda los sesenta y dedica todo el día a rociar las figuras que moldea sobre la arena, en estos instantes ha creado una sirena digna de admiración, una sirena que parece escapada de la ilustración serena de un cuento de Andersen. En un paraguas negro, abierto de par en par y volcado del revés recibe las limosnas de la gente. Si está cerca da las gracias de un modo cordial mientras se mesa la barba e inclina su boina de cuadros hacia adelante a modo de reverencia. Sabe que con esas monedas podrá sortear las inclemencias de un estómago hambriento bajo el caprichoso y cambiante firmamento de una primavera que ya roza los aterciopelados talones del verano.

En los días de calor abrasador se sienta a la sombra de un árbol, tiene todas las horas del mundo para esperar, para contemplar el mar, soñar nuevos horizontes y ser tan libre como quiera. A menudo uno se pregunta qué es la libertad, quizá la libertad sea beberse la brisa del mar bajo el titilante fulgor de las estrellas. O aspirar el salobre aroma de las algas que las olas han llevado hasta la orilla vistiéndolas en granate desvaído durante el transcurso indeleble de las horas. O quizá lo sea escuchar el rumor de la espuma salpicándose en las rocas, o leer en el cielo, sentir escurrirse la arena entre las plantas de los pies, sin más patria que el aquí y ahora donde no hace falta planificar. Quizá la verdadera felicidad sea esa. Saberse atado a las horas sin sentirse atado a nada más, y ver pasar la vida, teniendo por televisor la pantalla azul del mar que desde lejos se confunde con el cielo y se une a él en eterna comunión. A veces le miro y comprendo que entre la exactitud de ese suelo y ese techo caben todos los sueños que uno pueda conjurar.

No es fácil ser él, y soportar las burlas de adolescentes sin nada que hacer. Las miradas desconfiadas de quienes no intentaron nunca comprender, los aguaceros de lluvia tan fría como besos helados sobre la piel. No es fácil ser él, y soportar la soledad de las horas de un lugar siempre concurrido, y siempre vacío, modelando los sueños que quizá un día se escaparon de un papel. Sirenitas y soldados, perros de toda especie, gatos sobre los tejados, tortugas lentas como una espera, lagartos tumbados al sol...cualquier cosa que una vez se ha soñado y que se escapa de la mente hasta las manos para tomar forma y ser. Para que todos podamos disfrutarlo. Así es el arte en quien lo posee. El arte lo da todo sin esperar nada. Es en sí mismo y para sí mismo; se deja ser.

sábado, 28 de mayo de 2011

Punto de vista

Cuando uno escribe intenta llegar al fondo de todas las cuestiones. Después esta costumbre se arraiga de tal forma que sin darte cuenta la acoplas a la vida. En tu vida diaria ha de encajar todo, y lo que no encaja lo eliminas de forma drástica. Llegas sin darte cuenta a ser inflexible con lo que te disgusta, lo que no te encaja, lo que no te hace bien. Cuando todos se callan y asienten, tú hablas y disientes. Cuando todos se conforman, no te conformas. Cuando todos se han dado por vencido, tú sigues la lucha. Y vas construyendo tu vida como si de una novela se tratara. Escribes y tomas conciencia de que el argumento siempre se puede mejorar, y lo mismo sucede con la vida. Dedicas cada día a lustrarla e ilustrarla a partes iguales, como un texto en eterna corrección.

viernes, 27 de mayo de 2011

Proberbio judío

Si todos tirásemos en la misma dirección, el mundo volcaría

miércoles, 25 de mayo de 2011

Decálogo del escritor

La verdad que es un vicio eso de recolectar puntos de mira. Aunque creo que cada quien tiene su forma de hacer las cosas, mejor o peor. Y que para escribir se necesita mucho tiempo, al menos para escribir una novela en la que todas las piezas encajen como un mosaico. Son muchas horas de trabajo las que lleva elaborar algo que te convenza a ti mismo, no digo ya a los demás.; ni mucho menos a una editorial que quiera publicarlo.

Por mi parte le he cogido el gusto a esto de tener blog y condensar, de pensar en voz alta y leer lo que pensáis los que comentáis. Es el modo más parecido que encontré a un sueño casi antiguo. La vida me reclama en todo su espacio, no tengo tiempo apenas para escribir, y tengo mucho tiempo para vivir. He aprendido a escribir en el silencio, en los paisajes que recorro, en el cielo que contemplo, aprendí a escribir sobre la superficie del mar, sobre el verde de los prados, el rigor de los acantilados; ya escribo en cualquier lugar con letras invisibles que desaparecen y se quedan. Es un modo eficaz de escribir el mensaje que intento transmitir, que es una suerte estar vivo. Que es una suerte vivir. Cuando me encuentro con alguien en lugar alguno hablo y escucho, y antes de despedirme es lo mismo que intento transmitir. Que es una suerte estar vivo, y que debemos alegrarnos por vivir. Este es el único texto que de todas las maneras intento transmitir, de modo que no es tan imprescindible escribir. Al menos de momento.

Aún así dejo estos apuntes. Sé que en un día futuro me pueden servir:

martes, 24 de mayo de 2011

Verbo sustituir

Eloísa llevaba meses deprimida y sin entender nada, casi enfadada de que su hija hubiese despedido de su vida y casi sin avisar a su enamorado, que andaba como alma errante a la espera de arreglarlo todo. Artemisa dijo desde el primer momento que de eso ni hablar, que no pensaba soportarlo un minuto más y que todo estaba zanjado sin posibilidad de volver atrás, de eso ni pensarlo. Ezequiel andaba tan apagado como una estrella que se ha quedado sin luz, y cuando se encontraba a Eloísa se las arreglaba para indagar acerca de Artemisa, que seguía empeñada en lo mismo. Si acaso hablaban se encontraban la misma tristeza frente a frente, y ninguno de ellos sabía bien qué decir, Eloísa trataba de que no se le filtrara la verdad, al tiempo en que intentaba no añadir más dolor al dolor de un muchacho que siempre se había portado fenomenal. Aún no había encontrado la manera de reponerse al dolor de ver que algo tan grande como lo suyo se vino abajo y se quedo en nada...en nada por parte de Artemisa. Ezequiel había sumado aún más fuerza y vigor a todo lo pasado, por eso estaba tan falto de respiro y tan sumergido en el dolor. Parecía por completo desconocido.

Hasta que una tarde de sol y en compañía de amigos, Eloísa lo encontró besando a un nuevo amor. Esa tarde sonrió y pudo olvidar el enorme dolor de su corazón. Pudo aceptar al fin que su hija habiéndole abandonado estuviese tan feliz; y pudo aceptarlo porque la felicidad de ambos era idéntica. La única diferencia era que Artemisa disfrutaba enormemente su soledad, y Ezequiel su recién comenzada compañía.

sábado, 21 de mayo de 2011

Elecciones municipales

En medio de un panorama desolador esperemos que las necesidades del ciudadano sean tenidas en cuenta. Que quienes deciden gobernarnos nos gobiernen pensando en nosotros y no en ellos. Que dejen de dilapidar el dinero como si fuera suyo, sabiendo que es nuestro. Y que no sean aún más insensatos que nosotros, que nosotros no gobernamos justo por eso, porque nos tenemos por más insensatos que ellos.

Me gusta ser optimista pero en política no albergo esperanzas. Al final todo resulta lo mismo. Y lo mismo siempre, me cansa.

Suerte a todos

Secretos de mujer

Personalmente me gusta la mujer que no vive torturada por su imagen. La que le da una importancia vital al interior, al vocabulario, a los buenos modales, la que lleva por todo adorno una sonrisa, y que se muestra tal es, sin artificio. Esa es la mujer que me gusta, independientemente de que lleve las uñas bien arregladas, los pendientes a juego con el bolso, los zapatos o el vestido, las pestañas postizas o el maquillaje perlado, los tacones imposibles o el peinado más logrado. Me gusta la mujer que no se vanagloria de ser mujer, que lo es y punto. Aquella que no vive exclusivamente para seducir, sino que seduce sin tener consciencia alguna de ello. Sobre todo y por encima de todo esta última.

Es por eso que en ocasiones frunzo el ceño cuando camino tranquilamente por la calle y veo chicas-niña disfrazadas de Barbie Superstar, influidas sin duda por las revistas de adolescentes que ponen especial énfasis en el verbo gustar, y recalcan la idea de que un buen maquillaje es esencial. Creo que este tipo de chica-niña se detecta a un vistazo por su imagen severa de mujer fatal, sus ensayos constantes de caída de ojos, sus tacones imposibles, su escasez de tela y su sobrante de hueso. Su actitud frente a los chicos si la observas es también de manual, va pasando de mano en mano hasta darse cuenta de que en vez de conquistas suma derrotas.

Creo que en el mundo existen muchas clases de mujeres, pero si he de confesaros la verdad, jamás me encontré una capaz de reunir tanta inquietud en un solo cuerpo. Me cuentan que todos los trucos de belleza habidos y por haber se encuentran aquí, y es agotador sólo consultar la cantidad de cosas que inquietan a esta mujer. Entre nos, conozco mujeres que en su vida se han maquillado y que cultivan con esmero su belleza interior. Esas mujeres ahorran tal cantidad de tiempo y dinero con su inteligencia que en cualquier reunión, siendo ellas mismas, destacan sobre las demás, a menudo tan de manual que no dejan de ser un calco unas de otras. ¿En verdad queremos ser copias de copias o apostamos por ser nosotras mismas?