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viernes, 3 de junio de 2016

Un final feliz para Icaro

En la vida es muy sencillo escribir una historia, relato o novela y ponerle un final feliz, solo hay que escribirlo. Sin embargo no es tan fácil ¿o lo es? hacer que años de malos tratos y desamparo se tornen en lo contrario.

Es tan sencillo mirar esta foto y creer en que un animal así, un caballo con esa expresión en su cuerpo y la mirada en esos ojitos tiernos pueda tener de una vez la vida que se merece, que porque creo en que es posible lo dejo aquí, A la espera de que alguien le brinde todo ese cariño que se merece...ese caballo y tantos. Son el animal mas fiel que alguien se pueda imaginar, doy fe.

Un hogar para Icaro


sábado, 28 de mayo de 2016

No me quieras tanto

Lamentablemente las noticias siguen repitiéndose sin que parezca que estemos acertando porque tal vez no sea tan fácil detectar lo que ocurre y poner remedio. Intentar entender lo que pasa por una mente macabra, si no enferma, no siempre parece a nuestro alcance, aunque eso ya no cabe en la era digital.

Quizá el remedio definitivo sea informarse e informar. Y la red está  llena de lugares y consejos, dejo el enlace a un blog cuyo título sorprende tanto como su contenido, para que nunca nos dejemos de informar. La información puede ser un primer paso crucial.

No me quieras tanto

Un lugar que vale la pena visitar.

lunes, 16 de mayo de 2016

Solo pedimos un trabajo digno y bien pagado

Volvemos de nuevo a lo mismo, a las campañas electorales en las que todos quieren destacarse por ser mejores, en las que todos prometen, enseñan sonrisas falsas por doquier, de pronto tienen un interés profundo en lo que nos pasa...Aburren, cansan, parecen volver a ser más de lo mismo a la espera de que depositemos nuestro voto dentro de su urna y no en otras. Se me antojan lejanos, todos lo mismo de lejanos porque de haber sido como yo esperaba se hubiesen puesto de acuerdo en mejorarme la vida (en mejorarnos la vida), de modo que voy a decirles lo que espero de ellos:

Que dejen de empobrecernos de todas las formas posibles.

Que se pongan a crear puestos de trabajo porque somos tan pobres que solo queremos trabajar, porque desde niños nos dijeron que solo trabajando duramente llegaremos a vivir con tranquilidad. Porque solo si crean puestos de trabajo suficientes en todas las categorías estaremos bien atendidos en todas las áreas de nuestra vida; incluso en sanidad, que es donde más están doliendo todos sus recortes.

Más facilidades a la hora de acceder a un puesto de trabajo para todos. Y un sueldo sin recorte.

Creo que al final no pedimos ningún tipo de milagro y que es posible si se es honrado pensar en lo que conviene a la mayoría. De momento volvemos a las promesas, ya iremos viendo después qué queda de ellas.

(En medio del cansancio que me producen, me retiro y me callo. Vuelvo al silencio y la lectura, me maravillo de leer un nuevo libro del que nadie ha hablado. Sospecho incluso que los libros que no tienen ninguna campaña de publicidad son los mejor escritos).


jueves, 28 de abril de 2016

Hasta los caballos pueden considerarse ocupas

Es deprimente que la situación quiera resolverse así desde el gobierno de mi comunidad autónoma: Los 90 caballos que quedan estabulados en el Asturcon deben ser retirados de inmediato. Al gobierno de turno le urge que se vayan aunque no tengan ni donde irse, ni como sean cuidados, o incluso que tengan que ser sacrificados porque no es tan sencillo encontrar un lugar en el que tenerlos en óptimas condiciones según sus necesidades físicas y psíquicas. Se sabe los requisitos que se precisan para conservarlos en buen estado de salud y el problema es de quienes no tienen una nómina potente que les respalde. El problema es el de siempre, quienes no tienen dinero tienen menos oportunidades, y en ocasiones tal vez ninguna.

No me considero lista ni importante, pero escuchar cómo el mismo presidente asturiano dice "Que los caballos que este domingo sigan ocupando los boxes del Asturcon pasaran a ser ocupas" ...me produce la idea de que cada día que pasa nos tratan más como imbéciles. Lo que sucede, es que ellos dictan las normas, ponen las leyes a su comodidad y quienes no cumplan con ellas, pasan a ser delincuentes.

Ayer eran unos, hoy son otros y mañana serán otros; lease tanto quienes dictan las leyes como quienes seremos obligados a cumplirlas. Quienes seguimos sintiendo que el mundo que conocíamos se pone patas arriba o de lado, o con el culo por montera, según como se tercie el caso; perdemos fuelle, nos cuesta encontrar espacio, nos deprimimos y nos agotamos sabiendo que a los verdaderos culpables no les importará jamás.

Y esto sucede porque cada uno en particular está lo bastante enfrascado en resolver sus propios problemas -que en ocasiones se convierten en montaña complicada de escalar-, como para intentar ocuparse de los problemas de los demás. Y así no iremos a ninguna parte lejos de donde nos quieran encajar, si acaso no cabemos se nos pisa, que más da.

Lo queramos o no, quienes dictaminan, vencen.

Los caballos pueden ser los animales más hermosos, los animales mas fieles, los mejores amigos que te puedes encontrar, pero cuidado; ya ni en las montañas del Sueve tienen permitido mezclarse de cualquier forma a la hora de reproducirse porque se pierde la raza autóctona. Sacan leyes y dictámenes que los acotan por todas partes, tal vez porque hasta ahora camparon libres y a sus anchas, y pueden convertirse en el ejemplo de lo que algún día pretendamos ser los demás. Y ya se sabe que cada vez nos quieren mejor atados, por supuesto, atados bien en corto, que así siempre se nos puede dominar.

El amor a los animales podría salvarnos en estos tiempos en que deberíamos aprender más de la naturaleza que se ensancha como puede para acogernos a todos. Esa naturaleza que cada vez se respeta menos, triste que así sea, y que no hagamos lo posible por cambiar.

martes, 19 de abril de 2016

Recetas de cocina para comer bien

Todos tenemos metas en la vida, algunos demasiadas, tantas que debemos ir soltando lastre a medida que nos vemos incapacitados de estar a la altura de lo que pretendemos. Este año por cosas del destino, o por irle adelantando el paso, en lo que viene siendo mi vida se están produciendo cambios. Ajustes a mejor y en positivo -hay que recibirlos siempre así- porque cabe pensar que nos envían a empaparnos de lecciones y mejoras, que aunque en ocasiones cuesten, nos mejoran como personas; si no esto de llegar al mundo no tendría ningún sentido. A veces no lo tiene si miramos alrededor y vemos a quienes se están forrando los bolsillos a nuestra costa, o escuchamos con pasmo a quienes califican como ilegales a seres humanos idénticos a nosotros, solo que llegados de situaciones extremas que nadie quiere asumir. Es vergonzoso que en nuestro siglo y en nuestro mundo avanzado ocurran cosas así. Las vivimos en vivo y en directo, pero atados de pies y manos por todo ese conglomerado de leyes que ni entendemos, ni de motu propio votamos. A veces sumirnos en un silencio espeso es todo lo que precisamos para volver a recargar las pilas y renovarnos.

Retomando el hilo me asomo a dejaros un enlace que encontré buscando una receta de cocina de estilo tradicional. Entre mis metas, ahora que dispongo de más tiempo, pero menos fuerzas, he decidido que quiero comer los platos que preparaba mi abuela. Si de algo podemos presumir es de las abuelas que cocinan en todas las partes del mundo y de esos guisos capaces de renovarnos desde adentro. También lo dejo para los chicos y chicas que recién se independizan, para que se alimenten como es debido. Para que sigan buenos ejemplos de como vivir lo suficiente para llegar a viejos y superar en todo a sus padres, vaya por delante que no ni en tres vidas superaría a los míos. Algo vamos aprendiendo mientras nos acercamos a la vejez ;)

Os dejo un enlace a las mil recetas para comer. Variedad a pedir de boca

martes, 22 de marzo de 2016

Silencio

El silencio es muy poco exigente
se conforma con todo
no se si alguna vez
se han parado a pensar
en la belleza que expresa.

Maravilloso el silencio
en que no se dice nada
porque no ha nacido la forma
capaz de decirlo todo
con las mejores palabras.

Es tanta la belleza
que nos rodea a diario
que es imposible resumirla
para enviarla al mundo
cual pregunta; si acaso una:

¿No es cierto que llena el alma
admirar cualquier rincón 
de nuestra Asturias?





viernes, 4 de marzo de 2016

Contra el cierre del Asturcón

Hace años el Centro ecuestre municipal el Asturcón, de Oviedo, era la viva estampa del glamour y de la ostentación monetaria. Muchas veces acudí a sus concursos hípicos y paseé por sus instalaciones, cuando todos sus boxes estaban ocupados por caballos. En aquel tiempo los caballos me parecían animales demasiado grandes e impredecibles, me atraían tanto por su exultante belleza como por sus ojos capaces de comunicar tantas cosas. Algunas malas experiencias del pasado limitaban mi confianza hacia ellos, pero por circunstancias de la vida, durante muchos años me tocó ver concursos hípicos hasta la saciedad, y en el Asturcón bastantes, en honor a la verdad.

Allí acudían personas de diferentes poderes adquisitivos, desde el rico mas rico hasta la clase media tirando a baja, pero lo destacable con diferencia era el amor incondicional a los caballos. Podías ver a niños de dos años dando clase montados sobre caballos enormes, al trote o al galope. Caballos que cuando los niños perdían el equilibrio y se iban a caer, daban giros cuasi imposibles para su condición y volvían a mantenerlos bien erguidos en sus sillas. También caballos que en pleno concurso de salto hacían lo mismo con otros niños o adultos que amenazaban con ser volados sobre sus cabezas. Era admirable la forma en que el caballo protegía al jinete exponiendo su propia integridad.

En aquel tiempo había dos cosas que me llevaban a arrugar la nariz (uno no puede dejar de ser como es esté donde esté), el alarde de algunos que se creían con mayores derechos que el resto por conducir los coches mas imponentes o ir montados en los caballos más caros. Lo bueno era que no siempre se correspondía la presunción con los resultados a pie de pista, de hecho solía suceder que quienes menos presumían de dinero o lo tenían los barrían de un plumazo. Si bien es verdad que cuando comenzó la crisis solo resistieron ellos, porque fueron quienes pudieron seguir pagando todas las tasas sin problema alguno. Muchos niños y adultos tuvieron que dar prioridad a pagar sus otras facturas y llevarse los caballos donde pudieron, dejando de concursar pese a que eran muy buenos. Muchas ilusiones se frustraron y muchas otras se frustrarán si nadie pone remedio. 

En aquel tiempo y ahora también, me gustan los caballos en libertad, que se le va a hacer. No me gusta subirme a sus sillas y decirles donde tienen que ir o que tienen que hacer. La cosa va en gustos. Jamas los pondría a saltar en unas barras cada vez mas altas para que me demuestren lo buena jinete que soy. Yo aspiro a mucho más que todo eso, soy mucho más exigente: quiero que me consideren su amiga. En este punto decir que no necesito muchos caballos, me basta uno y al final, después de un proceso de tiempo lo conseguí. Aunque esa es una historia que llevo escrita en el corazón porque el papel no da para todo. No puedo decir que sea amiga de todos los caballos, soy amiga del mejor, el más guapo y noble de todos. Tiene las crines más hermosas, los colores mejor dibujados, el paso más elegante aun siendo un animal corpulento, los ojos más serenos del mundo, capaces de comunicártelo todo. En este momento está lejos de aquí, puedo verlo poco, pero está muy bien cuidado, en libertad, con otros caballos que pastan por los prados del lugar donde nació. Que un animal de 500 kg de peso relinche para darte los buenos días, se deje poner la cabezada sin rechistar para que lo lleves al prado, te siga cuando llevas su estiércol en una carretilla para tirarlo al montón, pose como el mejor modelo ante ti para que consigas fotos de profesional sin haber hecho carrera; incline su cabeza para que le mimes, te deje su baba en la chaqueta y acuda a tu llamada siempre, eso no tiene precio. Que venga de la parte alta del prado hacia donde estás con la cabeza alta, moviendo las crines con elegancia, demostrando lo feliz que estas después de no verte durante un tiempo, es lo mas bonito que se puede vivir. Que baje la cabeza para que mime y se quede quieto como si fuese un pequeño gatito indefenso, para después recuperar su fuerza otra vez y ser el animal imponente de 500 kg, mostrando su magnificencia al completo, es la mayor dualidad de nobleza y fuerza que vi.  El cariño incondicional de un animal así puede enseñarte muchas cosas que en diez vidas no aprenderás de un humano.

 El Centro ecuestre el Asturcón amenaza con cerrar, sin tener en cuenta que un caballo no es un gato y no cabe en cualquier lugar. Uno no puede meter un caballo en una cesta, subirlo en su coche y llevarlo a su piso para que viva al calor de su hogar. (Vaya por delante que yo nunca tuve un caballo estabulado en ningún centro hípico, ni lo tendré, aunque diría que quedó claro en mi exposición ). Estamos ante otra de las muchas irregularidades que suceden en los cambios de gobierno, cosas que se ponen en marcha por todo lo alto y que terminan arrastras por el suelo. Y hablamos de seres vivos. Con los seres vivos no se juega. Ellos tienen una vida allí, en parte, porque alguien se lucró con ello durante mucho tiempo. ¿Y qué sucede ahora?

En el facebook Contra El cierre del Asturcón entre otras cosas, lo cuentan:

Os dejo el enlace al VIDEO