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domingo, 14 de julio de 2013

Palabra de Malala

Creo de una manera firme que la voz de esta adolescente de dieciséis años contiene la esperanza de nuestro mundo, un mundo que ahora está en un cambio frecuente pero no por ello a peor. Creo que siguiendo su ejemplo a cualquier edad, se lograría la clase de mundo que no excluiría a nadie. Y que ese es el único mundo por el que debemos luchar.

Celebro verla así de bien y escuchar todo aquello que de hoy en adelante nos querrá decir, porque su voz no es solo su voz, es la voz de todos y cada uno de los que soñamos construir desde la paz y el respeto un mundo mejor.

Gracias Malala por este regalo lleno de coraje, sabiduría y amor.

"Un libro y una pluma pueden cambiar el mundo", eso dijo, entre otras cosas en su reciente discurso ante la ONU. Buscad información, no os lo perdáis. Y contagiaros de su actitud como forma de vida, lo agradeceréis.

Palabra de Malala

Creo de una manera firme que la voz de esta adolescente de dieciséis años contiene la esperanza de nuestro mundo, un mundo que ahora está en un cambio frecuente pero no por ello a peor. Creo que siguiendo su ejemplo a cualquier edad, se lograría la clase de mundo que no excluiría a nadie. Y que ese es el único mundo por el que debemos luchar.

Celebro verla así de bien y escuchar todo aquello que de hoy en adelante nos querrá decir, porque su voz no es solo su voz, es la voz de todos y cada uno de los que soñamos construir desde la paz y el respeto un mundo mejor.

Gracias Malala por este regalo lleno de coraje, sabiduría y amor.

"Un libro y una pluma pueden cambiar el mundo", eso dijo, entre otras cosas en su reciente discurso ante la ONU. Buscad información, no os lo perdáis. Y contagiaros de su actitud como forma de vida, lo agradeceréis.

jueves, 11 de julio de 2013

Pagar por aparcar



Desde la alcaldía siguen con la propuesta de pagar por aparcar en las inmediaciones de la única playa decente del concejo, desde la ciudadanía sigue el cabreo. Sería dos euros diarios por aparcamiento, o la opción de comprarse un bono de 30 euros que serviría para todo el mes.

La gente no se fía de lo que se hará con esa recaudación en un ayuntamiento que ha tenido varias irregularidades. Además de ser consciente de que el aparcamiento y el mantenimiento del resto de las playas dan pena penita pena, en los que ya se cobra mediante gorrilla y te las ves para aparcar sin que una de las piedras del camino hecho una completa birria te deje varado. O que uno de los tantos baches te lleve a volcar. Y para más inri la cosa está como está y los bolsillos de la gran mayoría ya no dan para nada más, pero la alcaldía erre que erre con aquello de cobrar por lo que hasta ahora no había que dar ni un céntimo. Vaya, que se ha sumado a la canción general de aquello de subir impuestos a como de lugar, sin mirar que no es tan infrecuente llegar a una de sus maravillosas playas en plena temporada y encontrarla llena de troncos y palos, chanclas sueltas, botes de todo tipo sembrados por la arena, y de todo aquello que prefiero callar, porque andaba justo el presupuesto y porque bla bla bla.

Eso en un año bastante escaso de turistas y en el que curiosamente casi todos los que llegan son europeos, cuentan que si por la situación inquietante de aquellos países a los que solían viajar. Vamos, que lo hacen más bien por seguridad. Y se encuentran las reivindicaciones del pueblo que quiere seguir aparcando en las condiciones en que estaba, caminando un buen trecho desde el aparcamiento hasta la playa, pero sin pagar.

miércoles, 10 de julio de 2013

Espera y reflexiona

Quizá la vida te haya dado la oportunidad de abandonar a un amor para llegar a comprender la facilidad esa con la que un amor te abandona.

Ya sé que no es lo mismo, ya sé que no es igual, he escuchado desde hace mucho tiempo todo lo que intentas explicarme ahora.

Un día entenderás que el amor no se exige, se da, sin esperar nada a cambio.

Un día sabrás que el amor verdadero es aquel que llega para quedarse, y pase lo que pase ten por seguro que se quedará. Y ese es el único que cuenta porque ese sí que es de verdad.

Y a veces para llegar hasta él el camino es muy sencillo. Otras en cambio está lleno de quiebros que sortear. Vamos, no te detengas, la vida es muy corta y hay mucho que celebrar aunque tu corazón parezca contrariado, aunque sepas lo que a veces duele amar...

martes, 9 de julio de 2013

Primer mandamiento



La guerra es siempre una derrota de la humanidad

                 Juan Pablo II

jueves, 4 de julio de 2013

Algo a tener en cuenta a la hora de relatar una historia

Voy a copiar, espero que con su permiso, un comentario hecho por un merodeador al blog La fraternidad de Babel. La entrada es esta.

Os copio, con su permiso espero, el trozo que me llamó la atención:


"Me he regalado La isla de Bowen por mi onomástica y tras unas 70 páginas, me ha encantado su sabor a Verne y Conan Doyle, y que los protagonistas sean personajes de su época, con los prejuicios y virtudes propios de su época, y no personajes trasplantados desde el presente, con una forma de pensar y actuar más propia de la nuestra".
Juan Constantin

 ..."y que los protagonistas sean personajes de su época, con los prejuicios y virtudes propios de su época, y no personajes trasplantados desde el presente, con una forma de pensar y actuar más propia de la nuestra".

Ahora explico el motivo por el que me llamó la atención, llevaba bastantes meses esperando para leer un libro, cuyo título no diré, que me hacía ilusión y que pensaba comprar. Pero que finalmente no compré por eso de que ahora compro los libros que disfruté leyendo, el resto no, y tampoco puedo comprarlos todos, eso por supuesto. Pues bien, resulta que el libro que tanto ansiaba leer, peca en este aspecto y mientras leo me suena a fingido, le veo los hilos con que fue cosido y tanto es así, que mi pesar no puedo con él... Y a mi pesar lo abandoné. Lo devolví con pena a la biblioteca y de entre las estanterías rescaté otro libro:

"Alfred y Emily", de Doris Lessing. Este, en cambio, es un libro que estoy disfrutando mucho leer, tanto que casi no puedo soltarlo de las manos, en él, su autora rinde un homenaje a sus padres, Alfred y Emily, y les inventa la vida que según ella hubiesen vivido si no hubiese estallado la Primera Guerra Mundial que truncó sus destinos. Acerca de este libro la propia Doris Lessing confiesa: " Si ahora pudiera conocer a Alfred y Emily sin la pesadilla de la guerra, creo que estarían contentos de la vida que he imaginado para ellos".

La narración, al menos hasta la página 83 en que voy, es ágil, interesante, precisa, palpitante y corresponde perfectamente a esa época relatada porque la vivió; quizá no de una forma exacta, porque en este libro se mezcla ficción y autobiografía, pero sí con esa verdad que es tan necesario que sienta el lector. 

Es decir, que ayer llegaba a la biblioteca con un profundo pesar a dejar un libro que quise leer, de cuyo libro su autor, o autora -no quiero revelarlo- decía: lo importante de un libro es el tono; a mi ver aquello en que falló. Son este tipo de realidades que trae la vida, abandonas un libro que querías leer, con aflicción, quizá hasta otro momento en que puedas sumergirte en él y vivirlo desde adentro, y te vuelves con otro del que nunca supiste nada y te tiene encandilada por diferentes aspectos, entre ellos que es un libro en el que hasta ahora encajas a la perfección, te mueves a gusto por sus adentros, te crees lo que te cuenta, disfrutas lo que revela, ansias descubrir lo que aguarda. Sonríes al imaginarte durante y horas buceando entre el saber y la diversión; y no puedes olvidarte en ninguna de todas ellas, que es el relato que una mujer de noventa años ha aderezado para devolver a sus padres esa vida que una guerra arrancó.

Personalmente no se me ocurre un propósito mejor que aquel que da fruto a este libro, "Alfred y Emily", de Doris Lessing. Talento e imaginación.

martes, 2 de julio de 2013

Regalo libros

Si eres lector te encontrarás con muchas contradicciones en el mundo editorial. Personalmente escucho a diario que algún lector se está leyendo un título que pirateó en la red y me pregunto si ese que lee se imagina el trabajo titánico que es escribir un libro, conseguir que un editor lo edite y ponerlo en un escaparate a la venta para precisamente que alguien pague un precio más o menos justo por él. Sé que nunca seré la clase de lectora que se bajará gratis un libro en internet a no ser que el propio autor me lo ofrezca, porque sé lo que cuesta escribir algo que quieras enviar a una editorial para verlo publicado. Sé lo que cuesta perseguir una historia propia durante años para al final dejarla estar porque de un modo sincero no sabes cómo mejorarla en su último capítulo. No terminas de decidir si es mejor si contarla desde el que era su principio o hacerlo desde ese instante en que la estás terminando y ese no poder decidirlo te lleva a estancarte justo ahí; cinco o diez años inclusive más tarde, en ello estás y no parece que vayas a solucionarlo aunque quisieras. Es por ello que sigues escribiendo historias largas y las dejas reposar, como reposarán tus huesos en el camposanto, quizá por siempre jamás; aunque hasta el último segundo soñarás con que es posible resucitar, resucitarlas, qué más da.

Pues bien, si eres lector, entrarás en un centro comercial y te irás de cabeza a la sección libros, rebuscarás un libro preciado que por su precio no te comprarás, pero anotarás título y autor en tu libreta para esperar su llegada a cualquier biblioteca de tus contornos. Algunas veces serán la promesa que intuías y otras un desastre fatal que después de comenzado ni continuarás, porque como lector eres el mismo ser caprichoso del resto de tu vida, buscas eternamente algo que ni tú mismo sabes, solo al dar con ello lo verás claro, ni un segundo antes de hallarlo, porque eres de carne y hueso, no un Superman. Si en vez de a un centro comercial acudes a una tienda de libros de segunda mano o a una feria del libro, lo mismo. Vayas donde vayas encontrarás pequeñas joyas o bisutería barata, hay libros que dado su valor nunca se podrían pagar, y libros que se pagan pero que nunca alcanzarán su precio real. Y quizá no todos serán los mismos para unos y otros, porque en esto cada quien desde su propia vida los juzgará, a fin de cuentas somos lo que hemos vivido, lo que el destino nos vino a deparar.

Pues bien, como lectora podría ser este enlace que os dejaré más adelante algo que celebrase, pero no, en este momento tengo demasiadas cosas pendientes a título personal. No puedo celebrarlo ni como lectora ni como eterna aspirante a escritora, porque viendo cómo está el panorama pierdo las ganas de intentarlo en serio, de verdad. Pero sí dejaré el enlace a modo de buscar posibles lectores tutores, de libros que soñaron con llegar muy alto y les cortaron las alas, por eso de cómo está el mercado y bla bla bla. El mercado está lleno de interrogantes, como la política, como la corrupción, como los ángeles del mismo cielo. Ese regalo libros que pone el título es cierto, como también es cierto que todo sueño tiene un final. Anteayer soñé que iba a una dentista, que era una presentadora de cierta edad de televisión, que estaba de traslado y para poder atenderme en su consulta debía ayudarla a ordenarla. Me pasé toda la noche colocando adornos en estanterías que nunca se terminaban, algunas tan horrorosas como los propios objetos, tan sucias, tan llenas de desazón. Otras relucían igual que las bellas estatuas que de pronto me embelesaban; y finalmente entraba en consulta, despertando en cuanto ella se ponía la mascarilla y me invitaba a sentarme en el sillón. Mi yo real, pendiente de mí en todo momento no me dejó ponerme en manos de quien no debía anestesiarme, despertar y tomar conciencia de ello fue algo revelador.

Os dejo en el enlace en que una escritora regala sus propios libros, a falta del apoyo de su editor. Ojalá en algún momento estos libros que regala y los otros firmados con su nombre coticen bien al alza, por una de esas casualidades que tiene la vida que lo vuelve todo a favor.