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jueves, 8 de marzo de 2012

Mujer trabajadora, mujer diez

Noelia es la mujer diez, la que a sus treinta y cinco aparenta diecinueve, la que después de haber parido a dos hijos tiene un cuerpo de modelo recién subida a una pasarela. La que los domingos por la mañana sale en compañía de su marido,después de quince años de casada y le mira con la misma agradable sorpresa que si lo acabase de conocer. Sus ojos brillan mientras le escucha hablar, mientras le coloca el cuello de la camisa, mientras le devuelve el vaso de sidra vacío y le sonríe con esa sonrisa que solo ella sabe convocar.

Noelia me contó una vez que es Diego quien le elige la ropa, lo hizo para quitarse de encima el elogio que le acababa de hacer, para significar que ella no es nada especial, que no todo le sienta bien, que también ella tiene sus defectos. Pero hace demasiados años que la conozco para saber que no es verdad, que ella representa todo lo que una mujer es capaz de hacer, y que no se conforma con medianías. Ella estuvo a punto de ser médico, sus notas eran todo lo buenas que podrían ser, y pese a ello el dinero de sus padres no llegó para cubrir los gastos universitarios y lo tuvo que dejar. A consecuencia de eso hoy es explotada, y sí lo han leído ustedes bien, por una empresa de limpieza que la tiene todas las mañanas abrillantando portales. Y un gran patio donde juegan los niños, que es lo que peor lleva de todo, porque se empeña en dejarlo como los chorros del oro, y donde hay niños no se puede.

Con el uniforme de empresa y el pelo atado en una coleta parece otra, pero su enorme dignidad va pisando las aceras por donde quiera que pasa. Y su sonrisa al saludarte ilumina cualquier mañana gris, aunque sabes que las cuentas nunca le cuadran. Noelia es así, pudo ser cualquier cosa que hubiese elegido, y fue la que no eligió: limpiadora de portales, pero pese a ello nunca dejará de ser quien es, una mujer diez que nunca se conformará con el nueve. La pura demostración de que la vida no es justa, de que unos siempre estarán condicionados por pertenecer a la clase trabajadora, pues de no ser así, ella hubiese sido una médica diez...Tan solo si sus padres hubiesen tenido el dinero suficiente para poder seguir pagando sus estudios.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Algo a tener en cuenta

Solo se cumple el 4% de nuestras preocupaciones, pero algunos viven como si se cumpliese el 96%. Por eso sufren tanto.
Miguel Silveira, Psicólogo





martes, 6 de marzo de 2012

Amor patrio


 
Se puede defender el amor a un pueblo
Sin cañones, sin espadas, sin galones
Sin regar la sangre de inocentes
Sin oprimir o violentar vidas ajenas.
 
Se puede defender el amor a un pueblo
Con sonrisas, con poemas, con canciones
Expandiendo el compromiso y la alegría
La fe firme en encontrar la mejoría.
 
Se puede defender el amor a un pueblo
Siendo pura y simplemente cortesía,
Buenas vibraciones y buenas intenciones
Como única bandera de inequívoca valía.

lunes, 5 de marzo de 2012

Tiempo y realidad

Se dice que las redes sociales restan tiempo de lectura. Esto es tal que así. Restan tiempo a casi todo. La pregunta es si la calidad de ese tiempo vale la pena. Supongo que eso depende de la gente de la que uno se rodee en esas redes sociales, y de eso que busca a través de la red. Que al final es lo de siempre, depende del criterio de cada uno, y de ese fondo que hay, en el fondo del fondo, que solo tiene dos vertientes bueno o malo.
Esa especie de imán que parece atraer a cada quien hacia aquello a lo que pertenece. Creo que es ahí donde radica el quid de la cuestión, en las redes sociales y en todo en la vida.

Lo que sí que es cierto, es que TODO el tiempo que antes tenía para escribir novela o relatos cortos, se me va aquí. Leo todo lo que escribís la gente a la que sigo, o al menos lo intento, porque cada día sigo a más gente. Y de todo eso que leo surgen la mayoría de las veces mis entradas, que es lo que menos tiempo me lleva ejecutar, y no puedo ocultarlo por el resultado global que se ve y se lee. Si me pusiera a corregir en serio desaparecería la gran mayoría, es quizá por eso que no quiero hacerlo. Abrí un blog con idea de no corregirme y no cuestionarme, de modo que lo mantengo.

Tiempo y realidad, sin embargo. Tengo siete meses para novelar aquello que últimamente me esforcé en no novelar. Y lo haré con miras a presentarlo en un concurso literario. Y con el propósito de renovar mi disco rallado. Mi escritura funciona así, tiene que desprenderse de cosas para dejar hueco a otras nuevas. Me encuentro ante el desenganche necesario de este lugar, y de vuestros lugares por un tiempo si quiero hacerlo. Más veces lo intenté y no lo conseguí. Tengo un tiempo limitado para escribir y si sigo por estas lindes lo pierdo. La pregunta que hasta la fecha no conseguí responder es si en verdad lo estoy ganando o lo pierdo. De alguna forma intuitiva casi afirmaría que lo primero, si solo pensara en mí, pero no si novelar es lo que intento. Intento del verbo intentar, ¿y yo valdría para eso?, es en esa pregunta donde vuelvo a empezar...

domingo, 4 de marzo de 2012

Imagina si...

Tu blog un día no te reconociese como suyo. Si tus letras hubiesen sido interceptadas y acaparadas por alguien que no eres tú, y que las hace pasar como suyas. Si resulta que alguien ha conseguido acceder a tu lugar y a ti no se reconocen visitas anteriores. Si no tuvieses forma de saber quién ha hecho posible que el lugar que suponía para ti tu libertad, de pronto se hubiese convertido en un lugar que no sabes cómo defender ante terceros: que te lo han robado.

Imagina quien maneja los hilos, y para qué los ha utilizado lejos de ti, qué lugares que jamás has visitado, se supone que sí visitaste. Imagina que todo cuanto tú has intentado se da la vuelta y te da la espalda...imagina si...

sábado, 3 de marzo de 2012

Revolución silenciosa

A veces me dan ganas
de hacer una revolución silenciosa,
escribir y escribir sin detenerme a pensar
todo el mundo que me rodea.

Escribir guste o no guste
mi realidad retratada
extraída únicamente de mi verdad,
esa que es mía e intransferible.

Y dejarla sin miramientos
al albur de los días que vengan
y se hallen sin mí; aunque despiadada
y loca de atar hallan de recordarme.

=)

viernes, 2 de marzo de 2012

El gran Gatsby

Este libro de Francis Scott Fitzgerald me resultó muy ameno de leer. Creo que constata que para ser un gran escritor no hace falta ser enrevesado. Que para decir mucho, no hace falta usar muchas palabras. Y que para retratar escenas inolvidables no hace falta llenar páginas y páginas de largos detalles. Quizá fuese un libro mucho más rutilante si hubiese adornado más las escenas, pero si lo hubiese hecho, hubiese perdido entre tantos requiebros su mensaje.

El libro cuenta la historia de Jay Gatsby, un hombre del que se dice que ha hecho una gran fortuna de un modo corrupto. Que vive en una gran mansión llena de lujos, y que da fiestas a  las que acuden en coches particulares y autobuses hasta la bandera, todo tipo de gente que ni fue invitada. Allí comen, beben, y bailan, entremezclados con personas de renombre en la más absoluta libertad. Nick Carraway, su vecino de enfrente, que es quien relata la historia, sabe que el objetivo oculto de Jay Gatsby no es otro que recuperar a Daisy, una antigua novia. Da la casualidad que Daisy es prima de Nick.

El gran Gatsby es además de un libro ameno, un retrato del alma humana. Habla de las altas y bajas pasiones, de la lealtad y la deslealtad, del bullicio de gente y la soledad. Nunca había leído nada de Francis Scott Fitzgerald, pero es un libro que entre sus páginas ágiles y certeras esconde una gran lección.