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martes, 7 de diciembre de 2010

El respiro quieto

En este libro se recogen las impresiones de Susana Tamaro acerca de su oficio. El precio que ha pagado por ser una de las escritoras más leídas en su país. Su concepción de la escritura, sus recuerdos de infancia y su visión del mundo actual.
Es una gran entrevista en la que responde a preguntas muy concretas sin irse por las ramas. Afrontando un modo muy personal de hacer las cosas y donde sorprende por su sencillez y profundidad en los planteamientos. Reconozco que nunca leí nada suyo, pero conecto con su modo de entender la literatura.

El proceso de escoger un libro dentro de una biblioteca es algo que me fascina, ese buscar un mundo que amplíe el tuyo sin saber donde hallarlo, y esa casualidad que hace que te lleves a casa justo aquello que buscabas. Pues bien, esta temporada a penas puedo leer, pero es que sin saberlo busco algo muy concreto, y solo cuando lo encuentro me quedo a leerlo hasta el final. He necesitado muchos marcapáginas para quedarme con aquellas palabras que he destacado. Ha sido un enorme placer encontrarme con un libro así. Dejo algunas frases de este libro:

No se escribe porque se conozcan "trucos", se escribe porque se tiene una visión del mundo y esa visión tiene algo que decir.
Escribir es muy fatigoso, a veces aburrido, duro, lento, y casi nunca proporciona un reconocimiento social inmediato ni ganancias para permitirse vivir de ello. Yo necesité diez años para encontrar un editor dispuesto a publicar, y en estos diez años ni por un instante pensé que escribir no fuera mi vida.

De su evolución como escritora asegura que ha recorrido un camino hacia la simplicidad porque considera que es el estado más difícil e importante de conseguir. " Todo mi trabajo ha crecido y se ha desarrollado alrededor de una reflexión espiritual, y mi estilo se ha modificado y crecido al compás de esta reflexión".

Me han sorprendido varias cosas en este libro:

Que ha sido perseguida por la visión religiosa que aparece en todos sus libros, desde el enfoque de alguno de sus personajes. De la cual parece que la crítica ha deducido que es un modo de espolear la venta de sus libros, y de la cual se defiende asegurando que hay una firme coherencia entre lo que piensa y su estilo de vida. No entiende el porqué se la ha tratado tan mal desde una parte de la crítica en su país cuando su existencia entera está dedicada a la espiritualidad , y por lo tanto sus libros están fuertemente influenciados por esa visión del mundo. Que es algo que irrita sobremanera - en su opinión- a casi la totalidad de los medios de comunicación.

Afirma que la escritura le ha mejorado únicamente la cuenta bancaria. Por lo demás no considera que haya obtenido beneficio alguno por publicar, más bien lo contrario. Y afirma que no tiene hijos porque no podría dedicarse a escribir y al cuidado de los niños, por lo duro que es un oficio al que hay que dedicarle absolutamente todo.

Este es el modo en que intento resumir el contenido de 94 intensas páginas en que ni una sola línea tiene desperdicio. Me encanta la visión del mundo de esta mujer, que asegura que un hombre escritor suele tenerlo más fácil porque es más fácil que una mujer renuncie a sus ideales por el de la persona que ama, y cuide de todo su entorno, casa y niños mientras él escribe.



domingo, 5 de diciembre de 2010

Dudas

Un itinerario de eternas dudas casi todo el tiempo. Preguntas sobre lo correcto o lo incorrecto. Lo bueno y lo malo, la necesidad o la no necesidad de estar aquí, en este ahora virtual. Un sí pero no, un tal vez acompañado de un quizá y de un no sé.
¿Puede prepararse un plato de comida con todo esto? ¿Y si se puede qué tipo de plato saldría?
¿Un libro?; ¿Qué tipo de libro saldría?, ¿Un silencio? Sería un silencio acompañado lleno de agujeros como un queso holandés.
Sin respuesta válida por el momento...

sábado, 4 de diciembre de 2010

Sí podrás

Podrás sembrar paz donde sólo había guerra
seguridad donde sólo había duda
bienestar donde sólo había inseguridad
calor donde sólo había frío
risa donde sólo había dolor,
palabras donde sólo había silencio.
Lo sé porque lo he intentado y lo he conseguido,
inténtalo y también tú lo conseguirás.
Cuatro ojos siempre ven más que dos,
hay una orilla donde nunca mirarían,
descríbela y la verán por ti.




Frase

Interesarse por un escritor porque nos gusta su libro es como interesarse por los patos porque nos gusta el foie-gras.

Margaret Atwood

viernes, 3 de diciembre de 2010

Llegar a un lugar

A una sola mirada sabrás que has llegado a un lugar que buscabas desde hace mucho tiempo. Lo sabrás del modo en que has intuido tantas cosas en tu vida que ni sabrías explicar. A veces ni sabes explicarte por qué aquello que es tan importante para ti a otros les parecen nimiedades, pero ya ni intentas hacerte comprender, tanto da, cada quien ha elegido hace mucho tiempo su destino. El destino de cada uno implica muy distinto contenido, por eso vivir es una aventura tan apasionante, porque no todos los focos convergen en el mismo punto de mira, eso hace la visión más luminosa.

Esta mañana, como todas las mañanas me encontré algo fabuloso, fabuloso tal vez porque es distinto, y ha tocado alguna fibra en que ha hecho eco.

jueves, 2 de diciembre de 2010

El valor de la palabra

La palabra escrita, la hablada, interpretada, la palabra soñada, la esperada, la adecuada, la palabra exacta, la abstracta, la mejorada. Todas las palabras, las leídas, las escuchadas, las que dijimos, las que permanecieron cuando sus artesanos fallecieron. Todas, todas las palabras resultaron inútiles cuando no pudieron detener una muerte, una batalla, el hambre de un solo niño, el dolor de una enfermedad, una guerra cruenta…

Y todas se me antojan inútiles cuando se habla de comenzar una guerra más… ¿Comenzar una guerra más?

Las oigo y las leo, y me parecen inútiles aún, si no pueden detener más muerte, más batallas, más hambre, más dolor, más enfermedad, más guerras cruentas.

Quien ama la palabra escrita, la dicha, la interpretada, la palabra empeñada en un compromiso serio no entiende nada. Sólo sabe que la mejor batalla de todas es aquella en la que se dicen y se oyen las palabras, porque sabe que las palabras sabias llegan a un buen acuerdo; si el silbido de los disparos no las acallan. Allá donde reine la inteligencia con una palabra basta.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Lo mejor que hoy leeré

Sí, ya sé que apenas comienza la mañana, que he abandonado a su suerte a todos mis personajes y que aunque intente retomarlos no lo consigo, me aburren mortalmente. No es un aburrimiento que venga de ellos, si no del modo incapaz de encajarles en algún lugar que no sea este blog, porque para hacerlo tal y como se merecen deberían pasar por manos de algún corrector, y soy lo suficientemente egoísta para no querer que dejen de ser míos. Y lo bastante incongruente como para no saber si quiero dejarlos en un cajón si la muerte me sobreviene sin avisarme. No sé si quiero que los míos se los encuentren y se pregunten un por qué, hallando quizá la respuesta equivocada. El por qué es intentar comprender desde dentro a todo el mundo, intentar atrapar todas las palabras que sugieren cuando dicen algo, alinear todas las letras del abecedario una y otra vez en una marcha marcial capaz de arropar a todo el mundo, de disparar directo al corazón y hacerlo mayor, más capaz de albergar dentro de sí todas las diferencias de la gente a quien escucha. Ese es el objetivo, y creo que dejaré un manual, esto mismo se me acaba de ocurrir. Un manual donde intentar explicar qué tiene de mágico el mundo este de las palabras. Creo que lo mágico es que nos hace renacer, una y otra vez, nos deja ser otras personas aún siendo las mismas, y es algo que no tiene comparación porque es algo que no resta, suma, al contrario de otras adicciones, porque advierto que esto de formar palabras escritas es una adicción, y el abandono de mis escritos por el momento es un modo de aterrizar mayor tiempo en la realidad, porque no se puede ser quien soy, y andar todo el tiempo por las nubes. No sin arrastrar conmigo a quienes me rodean y hacerles prisioneros de mi libertad.

Escribiendo mucho me siento feliz, más cuanto más escribo, pero no puedo compaginar el escribir mucho y ser eficaz en todas esas tareas que me impongo abordar, y me frustro, y no llego, y me irrito y me siento mal. Y si me siento mal contagio a todo el mundo. Necesito una chacha, siempre lo resumo así, y si un día la consigo daré rienda suelta a todas las horas acumuladas, y a todas las historias que quiero contar. Soy como Don Quijote, siempre a vueltas con sus gigantes. Esos que ni son ni están, pero que lo mantuvieron tan lleno de vida hasta el instante de su muerte.

Y eso, que me asomé un ratito para dejaros lo mejor que hoy leeré. Aquello que ha conseguido que después de dejar esta entrada me convierta en la chacha que necesito, justamente lo que esta mañana - si es que se puede- me alejará de escribir. Tal vez un día dedique un relato corto - creo que son los míos por eso de la precisión que se traduce en rapidez- al modo cuasi increíble en que se desordena una casa, se come todo lo que se ha cocinado, se vacía una nevera, se pule una despensa, se amontona el polvo y se forman huellas en el suelo. Aunque sigo escuchando ese eco adolescente que resuena y que resuena mientras afirma: todo lo que escribes es de suicidio. Así nadie te publicará. Ah, qué poco sabíamos entonces lo que era un blog :)

Pues eso, que lo prometido es deuda, dejo aquí lo mejor que hoy leeré. Y lanzo un desafío a quien lo intente superar. Uno siempre es juez de su propio concurso.