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miércoles, 17 de abril de 2013

Ya hay sentencia, pero siguen faltando datos

Ayer, a la hora de la comida estaba puesto un telediario, de modo que M. pudo escuchar con atención esa sentencia que le tenía tan preocupado -tiene que trabajar muy duro para ganar lo que gana y odia a quienes chulean el dinero de los demás, comprensible, claro-, hablo de la sentencia de Maite, Julián e Isabel, póngase el orden que se le antoje; tanto monta monta tanto. El caso es que al escuchar esas sentencias y esos euros de multa se quedó callado un rato, creí que se le había atragantado algo, y en efecto, se le atragantó un dato que creyó que a continuación oiría y no oyó. 

Sí, todo eso está muy bien -le dijo a la televisión- pero al final, qué...¿Cuánto dinero robaron? Eso es algo que también queremos saber.

A veces me pregunto si yo era así de inconformista de antes o si es una consecuencia de haberme casado con él. En cualquier caso yo escribo un blog y desde aquí dejo sellada esa queja.

4 comentarios:

  1. Viendo el estado de irritación de la gente que increpaba a los personajes juzgados, y eso ocurría aquí, en Málaga, es como si se estuviese llegando a los límites de la paciencia de los españoles, sea cual sea su comunidad, algo que muchos de los responsables que nos han llevado a esta situación de recortes sociales y malestar general, deberían tomar en cuenta.
    Saludos.

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  2. Es difícil hacer un cálculo excto, porque entre todos los implicados ( y aún faltan los de la "Operación Malaya ), las cifras son mareantes.

    Pero como dice una cura amigo mio, "hay quien cobra por pecar, y hay quién paga por pecar".

    Tanto en esto como en el caso "Bárcenas", echo en falta que se haga declarar y pasar por los banquillos a los que pusieron por su propio interés el dinero negro en mano de estos sinvergüenzas.

    Tan ladrón es el que "pone" la mano, como el que la carga de billetes para sacar "tajada" del asunto.

    Un abrazo

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  3. Pilar, en este momento tenemos dos Españas, la una honrada y muy escasa en sus dineros; y la otra putrefacta y amiga de quedarse con lo ajeno.

    Gana la parte honrada, por fortuna, pero el daño que hace la putrefacta llega hasta los confines de la tierra. Es una lacra que no nos merecemos.

    Y lo curioso es que están saliendo hasta debajo de las piedras para dar fe de que algo funciona mal.
    Saludos

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  4. Rodericus, creo que a quienes roban en cantidades industriales les sale muy barato robar. Y que ahí radica el problema que habrá que solucionar.
    Eso para empezar.
    Saludos

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