Powered By Blogger

viernes, 1 de junio de 2012

El amor que no es amor

_La quería tanto, tanto, tanto, que no podía dejarla disfrutar ni un solo día a su manera.
_Que no podía dejarle un mínimo espacio de libertad para hacer lo que le apetecería, apuntarse al gimnasio, ir a ver a sus amigas, visitar a sus familiares, o ir a la playa sin su presencia.
_ La quería tanto que le amontonaba el trabajo; para que no se aburriera.
_ La quería tanto que coartaba su libertad de toda forma y manera.
_ La quería tanto, que de tanto quererla, comenzó a perderla.
_ La quería tanto, que de tanto ser querida; a ratos prefería verse muerta.
_ La quería tanto, tanto, tanto, pero tanto tanto; que ni la quería.

_ Aunque eso sí, "a su adorada" nunca le faltaban besos, ni abrazos, ni un dramático No puedo vivir sin ti, acompañado de un Si me dejas me mato. Que hacía las delicias de quienes estaban alrededor. Acelerando así su desdicha.

Pues quién era él, en realidad escondía: era un simple maltratador que adornaba sus bajezas con una dulzura postiza.

( Buscando información para un relato breve que quiero escribir me encontré un documento de nota).

Os lo dejo aquí

1 comentario:

  1. Este texto bien podría cambiar de género y que fuese la mujer quien resultase una maltratadora.

    El maltrato no tiene género.

    ResponderEliminar

Tu lees desde la invisibilidad y puedes aportar algo a este lugar, para ello existe