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jueves, 3 de mayo de 2012

Cuando todo es soledad, depresión y cansancio

Hay una parte de la sociedad que está desamparada. Que no tiene recursos económicos para salir adelante con lo necesario. Que cuando busca ayuda, se encuentra con que está inmerso sin saberlo, en algún agujero burocrático. Y se enfrenta a su día a día titánico. A su soledad, a su desbarajuste, a su necesidad de que le tiendan una mano; y así, en esa vida paralela a la muerte prematura, pasa los años.

Y un buen día la vecindad se despierta de su largo letargo. Se extienden los rumores, las hipótesis, el dolor, la tristeza, el desengaño. Todos estaban ahí y sin ser conscientes miraban para otro lado. Es así como se llega hasta el crimen de un cuidador que asesina a al ser cuidado en solitario, ahogado entre la espesa soledad en que le han dejado, primero todas las burocracias injustas, y después todos aquellos que miraban a otro lado.

Son crímenes no de maldad, sino de vacío y cansancio. De luchar contra todo y contra todos y de ya no poder más, dentro de un mundo macabro.

3 comentarios:

  1. Los crímenes del olvido, de la desidia.

    Saludos.

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  2. Los crimenes que se podían haber solucionado si alguien hubiera hecho algo.

    Una tragedia desoladora...de nada vale lamentarse...

    Es como la tasa de suicidios por culpa de la crisis. Se sabe, pero nadie hace nada por evitarlo.

    Gran reflexión Begoña, me ha encantado tu texto.

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  3. El cansancio anula a veces incluso la actitud crítica.

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