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lunes, 9 de enero de 2012

La pesadilla que no se cumplió

La pesadilla de Victoria era casi inenarrable, como el momento en que se encontró con que su hija de pronto se le hizo mayor. Fue en ese instante en que un chico, en medio de una fiesta se inclinó para darle un beso en la mejilla a Blanca, un beso tan limpio como el mismo resplandor de la luna junto a las estrellas, pero al fin y al cabo un beso que como madre nunca se esperó, al menos no tan pronto. Y entonces la llamó a gritos, y el chico dudó, Blanca también dudó; y él la dejo ir junto a su madre con el aliento contenido, mirando a su mejor amigo con gesto amargo. El gesto de quien piensa que van a apartarlo para siempre de su amor.
Victoria dibujó un no muy grande con su cabeza, que repitió varias veces. Los ojos de su hija brillaban tanto como pudiera haberlo hecho el mismo sol, su boca temblaba el llanto que contenía dentro de sí, y fue entonces cuando Victoria tuvo conciencia de la verdad de su sentimiento. Quiso apartarle un mechón de la frente, y Blanca esquivó lo que pensó sería un manotazo, pero Victoria insistió, y le apartó el cabello como si al apartarlo disipara de la frente de su hija cualquier tristeza futura. Se volvió para mirar al joven, y a una sola mirada vio que compartían por Blanca un idéntico amor, hizo un gesto con su cabeza para significar que si alguna vez le causaba algún daño se verían las caras, él respondió con un gesto de la suya para asegurarle que no lo haría nunca, y que estaba más que dispuesto a cumplir ese pacto hasta el final de sus días.

Desde ese momento la pesadilla de Victoria fue ver a su hija abandonada y sufriendo por amor. Pero fue una pesadilla que no se cumplió. Al menos no para Blanca.

http://www.youtube.com/watch?v=cHzEdkOTbNY&feature=related

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