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lunes, 26 de septiembre de 2011

Verbo reconciliar

Daniel y Clara son pareja desde hace muchos años, pero muchos, muchos. Ambos tienen mucho genio y cero problema en discutir, pero nunca se ponen de acuerdo, él sigue fiel a lo que piensa y ella más de lo mismo, de modo que no hay acuerdo y a la vez los hay todos; porque la base del respeto mutuo reside ahí, tú piensas distinto a mí pero tienes derecho, no me estorbas, no te estorbo y punto final donde empieza el principio. Son una pareja peculiar, eso nadie lo dude, pero se llevan bien y van juntos a todas partes, que al fin y al cabo es de lo que se trata.

A veces discuten y parece que llega el fin del mundo, que todo terminó, que ya no hay más cuerda para sostener lo suyo, que mirándolo bien ya no vale la pena. Se quedan callados durante horas, se esquivan por la casa para no encontrarse ni mirarse a la cara, clandestinamente se odian de tal manera que no pueden soportarse. Ambos son muy distintos, él baja la persiana del salón y se queda viendo documentales durante horas enteras frente al televisor, ella busca algo para coser y cose durante horas enteras en el exterior sin perderse de vista el paisaje. Así ven pasar las horas hasta que de pronto,y sin saber muy bien por qué todo vuelve a la normalidad; vuelven a hablarse como si tal cosa. Pero nunca se dicen lo mucho que se han echado de menos mientras duraba su enfado, que en vez de horas se les antojó de lustros, porque sienten que han nacido para estar juntos y que nada ni nadie les logrará separar. También saben que su corazón canta al reencontrase con su otra parte; y canta de verdad.

5 comentarios:

  1. Deberiamos decirnos cuando nos echamos de menos, deberíamos dejar hablar al corazón, dejar que cante entre palabras susurradas y miradas.

    El amor es lo único que nos mantiene vivos y deberíamos darle más importancia, aunque cuando discutimos no nos demos cuenta de nada.

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  2. Sabias palabras Rebeka. Por cierto, estaba programando una entrada para dentro de unos días. Programar no es lo mío :S
    Saludos

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  3. Hay una cosa que me gusta mucho de tus "Días de lluvia", Begoña: una y otra vez, como ahora, nos señalas con el dedo el lado bueno de las cosas. Eso es un servicio público...

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  4. Miguel, comencé a escribir porque no encontraba el tipo de libros que yo quería leer. Y días de lluvia viene a ser la escritura que me motiva, la que quiero leer y la única que sé escribir.
    Intento traer aquí para compartir todo lo que me mueve en la vida y si a alguien le sirve esto funciona.
    Gracias por tus palabras

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  5. Esto último lo aclaro:
    Es muy complicado encontrar el libro que quieres leer cuando el libro que quieres leer es el que sin saberlo intentas escribir.

    ¡Imposible encontrarlo en parte alguna!

    Me refería a eso, quede claro.

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