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miércoles, 25 de agosto de 2010

La mecánica del corazón

He aquí un título que me quiero traer a casa. Añoro su prosa cantarina. Me atrapó su portada, y me sorprendió su historia. Que un niño relate en primera persona su propio nacimiento -tan atípico por otra parte- no es nada usual. Tampoco los personajes que lo habitan, ni los inesperados quiebros a que nos somete de principio a fin.

Me topé con este título por casualidad, y me leí el primer capítulo por internet. Fue como probar el bocado de un manjar exquisito, que una vez saboreado pide un atracón. Pero estoy bastante escamada, de modo que no pierdo la cabeza, cuando me encuentro un título que quiero leer visito la biblioteca chuleta en mano y pregunto si lo tienen, resultó lo tenían, y me pusieron en la lista de espera, estuve en ella durante veinte días, me llamaron y acudí pletórica a recogerlo, pero ni aún en ese momento las tuve todas conmigo. Hay libros genialmente escritos que no puedo leer ni como aprendizaje. Sin embargo su lectura me pareció un sueño de principio a fin, porque pueden hacerse historias amables a la vez llenas de crudeza sin que la acritud se apodere del lector como bilis infectada. Eso le agradecí, que no me llenase de pesadillas sino de sueños, el sueño de algún día poder crear algo así, algo tan nuevo partiendo de historias viejas. Porque como alguien recuerda cada cierto tiempo, solo es posible escribir de otro modo lo que ya ha sido escrito, porque ya todo está escrito.

Me gustan las imágenes que de todo el libro se desprenden, se intuye escrito con mucho cariño, con muchas ganas de soñar, de hacer algo que valga la pena. Releo casi ningún libro, me cuesta mucho releer porque ya se todo lo que va a pasar y se me hace insoportable, pero sé que este es un libro que leeré más de una vez. Y que trataré de hacer una imitación suya que no se le parezca en nada, crear algo nuevo de algo viejo y soñar durante muchas páginas un mundo ideal donde todo se retuerce y se hace imposible, sin perder la perspectiva de que aún así el trayecto puede ser maravilloso. Como la propia vida.

2 comentarios:

  1. Excelente comentario, Begoña, habrá que seguir tu consejo. Añora la Biblioteca Pública, para mí es como un imán... Besos.

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  2. Espero merecer ese voto de confianza.
    Saludos

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