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lunes, 7 de junio de 2010

Solo buscaba unas maletas




Cuentan muchos escritores que no hace falta inventarse gran cosa para crear una novela, que las más veces solo hay que leer los periódicos o seguir los informativos de televisión. Y es verdad, muchas veces mientras intentas retratar un mundo idílico aunque solo sea para olvidarte del real, te traiciona el teclado y terminas escribiendo un remix de todo lo acontecido en el mundo meses atrás. Y terminas entendiendo que leer un libro de mundos idílicos es estupendo, pero que los de veras te sirven en el día a día son los que reflejan la verdad.
Todos los días vienen noticias tremendas en los diarios, que suceden aquí o allá pero voy a relatar una de esas noticias que sé que jamás podré olvidar. Que si se leyese en cualquier libro me haría pensar en un autor exagerado y alejado de toda realidad.

Hacía varios días que una hija no sabía de sus padres, llamaba a todos los teléfonos y no lograba contactar, era algo tan extraño que llamó desesperada a su hermano para que fuese hasta el piso para ver lo que podía averiguar.
Me imagino al chico dando vueltas por el piso intentando explicarse una razón a ese absoluto silencio que llegaba de todas partes. Con el tiempo se le encendió una luz, y miró dentro del canapé para ver si aún estaban las maletas, porque si no estaban, tal vez se habían ido de viaje sin tiempo de avisar a nadie. Al abrirlo se encontró el cuerpo sin vida de su madre envuelto en sábanas. Presuntamente su padre la estranguló, la escondió allí, echó al gato del piso y se fue de la casa. Según los vecinos nunca escucharon una discusión, eran gente de lo más normal.
Y es que todo parece normal hasta que deja de serlo, porque después de treinta años de convivencia lo que está claro es que estrangular a la mujer con la que convives no es normal, porque es algo totalmente innecesario. Algo así no tiene justificación.
Cuando escucho eso de "otra víctima de la violencia machista" algo que pudiera ser un escalofrío me recorre el cuerpo. No entiendo porqué no se puede decir lo que siempre se ha dicho: un hombre ha asesinado a su mujer en tal o cual sitio. Eso me dejaba más tranquila, porque quedaba claro que la había matado un asesino. Aunque como en este caso hubiera sido el hombre con quien llevaba treinta años conviviendo.
Lo de la "violencia machista" me suena a un virus que se expande como el de la gripe A, algo ajeno a ese hombre que ha decidido matar. Me suena a borrachera momentánea o cosa parecida. Y no es eso, es un crimen. Premeditado y ejecutado con toda la frialdad que un crimen precisa. Aunque el motivo lo desencadene unas lentejas mal cocinadas o una camisa sin planchar, que es a lo que me sigue sonando violencia machista. Me suena a que el hombre se puso gallito; y nada más lejos de la realidad. Lo peor de este caso, es lo peor de todos, no sentarse a concluir si te vas, si me voy, si lo zanjo o si lo zanjamos definitivamente, o si a partir de hoy ni nos volvemos a mirar...

Eso lo pensaría después mientras conducía unos cien kilómetros y se le ocurría la idea de ahorcarse, no sin antes dejar un sobre para cada uno de sus hijos, tenían tres.

¿Qué les puedes explicar? ¿Que has matado a tu mujer para nada y ahora te vas a matar?
¿Para qué, para no asumir tus culpas? ¿Si te ibas a matar porque no la dejaste vivir a ella al menos? ¿Acaso pensabas que algo así se puede explicar?

2 comentarios:

  1. Este tipo de sucesos me tocan de cerca. Por un lado, los malos recuerdos de mi infancia. Para álguien que no lo ha experimentado, es difícil asumír ese infierno cotidiano que se vive un dia trás otro. El como los malos tratos se instalan en la vida cotidiana con una naturalidád pasmosa.
    Por el otro, que tanto tiempo compartido acabe en un asesinato frio, premeditado y con un posteriór suicidio.
    El amór es otra cosa, te impúlsa a tí a cargar con el dolór y el sufrimiento del otro, e intentár eliminarlo aún a costa de sufrír tú mismo. Nunca se daña conscientemente a quién reálmente se ama. Eso solo debia sér un sentimiento posesivo, exactamante lo que se siente al poseér un objeto materiál, rabia y miedo a perderlo.
    Me gustaria sabér como un sentimiento noble degenera en algo así. ¿ O es que quizás nunca existió como amór genuino ?.

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  2. Voy a seguír el consejo que me has dejado en el blóg. Quizás tengas razón y deberia tomarme en serio el asunto de escribír, o al menos intentarlo. Puede sér que fuese mi salida de esta extraña tierra de nadie donde se ha instalado mi vida últimamente, de esta especie de estación de enlace hacia algún lugár.
    Te prometo que si arranco con algo serio e interesante, te haré llegár un capítulo en formato pdf. Una vóz amiga y crítica no me vendrá nada mál.
    Un saludo.

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