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jueves, 17 de junio de 2010

Recordando una conversación de hace muchos, muchos años

Todos conocemos personajes deprimentes, eso está claro. Lo malo es cuando no nos queda más remedio que lidiar con ellos aunque sólo sea de vez en cuando, por las circunstancias que sean. En estos casos la memoria nos traiciona y lo queramos o no, ella nos hace aún más patético el hecho de tener que aparentar normalidad delante del susodicho, al que sin duda recordaríamos algún detalle, si con el hecho de recordarlo le fuesemos a volver alguien de provecho. Algo que en este caso es que no. De modo que nos guardamos la saliva, sin olvidar que aquella vez también tuvimos razón, aunque se empeñasen de tal forma en quitarnosla.

En aquel entonces se había inundado Alicante y ante las imágenes que ofrecía la televisión comenté la gran calamidad que era que pudiese pasarnos algo así en Asturias. Por eso, porque todo lo que le pase a un ser humano hace que pueda ser posible que me pase a mí en su día, es mi ley de probabilidad probable, a veces intransferible cual huella dactilar.
Entonces el listillo de turno, Agapito me miró como quien mira a una estúpida de remate (no es nada personal, se siente tan superior que mira así a todo el mundo, y eso no me consuela, me da fe de que es alguien a quien no vale la pena mirar, y en lo posible lo hago. Me han acusado de borde alguna vez y lo soy y mucho. La gente la divido en buena y mala, y si eres de los malos: no me interesas para nada. Soy así)
Pues eso, Agapito me miró, feliz de tener a quien dar unas puñaladas al fin y me dijo con su suficiencia supina. "Esto aquí jamás pasaría. Aquí hay buenos alcantarillados. Allí sucede eso porque están más bajos los pueblos que la mar".
Soy asturiana, pero estoy segura de que somos idénticos a todas las comunidades del mundo mundial, y lo defendí. Hice hincapié en los litros llovidos aquella noche y apunté que aquí si lloviese tanto estaríamos igual, no en las zonas altas, pero en alguna sin dudar.
Agapito me miró con más aire de insolencia todavía y volvió a decirme que aquí somos otra cosa, que somos lo más y que aquí NUNCA PASARÍA.
Yo le dije eso tan manido de nunca digas nunca jamás. Y desde sus treinta y tantos años de camionero viajado y aprendido zanjó el tema. No sin que yo le dijese que ese tema lo volveríamos a tratar cuando asturias se inundara de verdad. Han pasado quince años de aquello o más, y desgraciadamente ha ocurrido. Tenemos un alcantarillado fatal...
Este finde voy a ver al tal Agapito. Se lo podría recordar. Pero creo que paso. Sobre todo por una razón: no me gusta tener la razón, ni recordar lo que no vale la pena ser recordado. No soy como él, no me gusta la leña de árbol caído.

1 comentario:

  1. Aquí en la zona mediterranea tenemos malas experiencias con las lluvias torrenciales. La peór época para estos episodios suele sér el finál del verano, con lo que se ha dado en llamár "gota fria", que es la irrupción de aire frio en altura, que al entrár en contacto con el aire cálido y húmedo acunulado en cotas más bajas sobre la costa, provoca unas lluvias tremendas en muy poco tiempo. En ocasiones han caido 50 litros por M2 en media hora. Esa intendidád no hay cloaca ni canalización que las soporte. Las rieras y torrentes secos se desbordan repentinamente en cuestión de minutos. Lo que ha ocurrido en Asturias estos dias ha sido diferente, ha llovido con intensidád durante varios dias hasta desbordár los cauces, y entonces solo queda rezár y esperár a que el cielo dé una trégua para que bajen los caudales. No es una situación fecuente en vuestra tierra, pero no es algo extraño.

    Con respecto a Agapíto, este tipo de personas que opinan sobre algo que desconocen, o conocen de forma superficiál. abúndan demasiado por desgracia. Un escritór catalán, Josép Plá, dijo en una ocasión : "Es más facil CREER que SABER".
    Un saludo.

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