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sábado, 8 de mayo de 2010

Ángeles Caso



Conocí a Ángeles Caso presentando el telediario regional hace muchos años, se veía una sensibilidad especial en ella a la hora de dar las noticias, no las leía, te las contaba como si te estuviese hablando de algo real, algo que podía sentir y solo después de sentirlo podía contar del modo en que se cuenta algo que se sabe. Sus ojos transmiten y su lenguaje corporal habla de franqueza, por eso me gusta.

Ángeles Caso es licenciada en Historia del arte, periodista y traductora además de escritora, y es hija del fallecido catedrático de literatura José Miguel Caso González. Todo esto no lo sabía.

En la revista biblioasturias que ha cambiado a un formato tipo libro mucho más práctico, y que también se puede leer en la red, viene una entrevista a Ángeles Caso, reciente ganadora del premio Planeta con su obra Contra el viento, que es algo que pienso leer y será lo primero que leo de ella como escritora dicho sea de paso, me interesa mucho el tema que se trata en esta novela.

De toda esta entrevista destaco lo que ella piensa sobre los premios literarios: siempre me han parecido muy buenos para nosotros. Los escritores ganamos muy poco dinero con nuestras obras – solo el 5% o el 10% de cada libro que se vende-, y los premios nos permiten seguir escribiendo con tranquilidad una temporada. Creo que eso no es sólo estupendo sino incluso justo: la inmensa mayoría de los artistas de otros campos pueden permitirse vivir de su trabajo. La única excepción somos nosotros.

Al preguntarle sobre la llamada literatura femenina, se queja de que a los hombres no se les aplique el término masculino para definir sus obras, dice: a través de la historia siempre se da por supuesto que lo que han hecho los hombres es lo más valioso, porque es lo que ha organizado la sociedad durante siglos y siglos. Nosotras seguimos siendo para muchos las hermanas pequeñas, simpáticas, pero menores…

Dice que nunca se ha sentido periodista y que no cree que vuelva a ejercer esa profesión. Para el premio de las letras 2010 propone a Ana María Matute, y también para el Cervantes, pero dice que el problema es que los premios más prestigiosos suelen ser para los hombres.

Le preguntan si ya sabe cual será su próxima historia y dice que sí, pero que a veces las novelas se atascan, y por si acaso suele tener siempre otra idea.

Personalmente estoy de acuerdo en su opinión sobre la literatura femenina, a mí me parece un insulto a la inteligencia humana ponerle sexo a la escritura pese a que está claro que la visión de un hombre y la de una mujer no suele ser la misma. Y es porque no tiene que ser la misma, las vivencias marcan la obra de un escritor, eso es lo que opino. Cada escritor escribe de lo que le apetece, motiva, o siente y la calidad si es buena es la misma. Ni más ni menos.

Yo suelo leer a mujeres porque son las que reflejan mis inquietudes por lo general, pero hay hombres que escriben como mujeres porque tienen sensibilidad, del modo en que hay mujeres que escriben como hombres. Cada quien escoge lo que quiere leer o lo que compra, con eso es suficiente. Pero es un hecho que las mujeres escritoras son menos valoradas. Hay escritores que jamás recomiendan la lectura de libros escritos por mujeres, en las escuelas suelen ser libros escritos por hombres los recomendados, los más premiados, los más escuchados y los más destacados siempre a todas horas.

Lo de presentarse a premios literarios lo veo bien, aunque creo que eso va en detrimento de los noveles que se presentan y no tienen su talento, pero en todo caso no es culpa suya. Un escritor a quien sigo y a quien admiro recalcaba la necesidad de enviar a un corrector todo lo que se envíe a concurso. Quizá sería el modo de salvar esta diferencia, al menos yo me convenciendo de ello. O pienso que tal vez podrían hacerse más premios dedicados exclusivamente a descubrir nuevas voces narrativas si en verdad desean encontrarse. En todo caso quiero pensar y pienso que el que es bueno llega y el que es malo siempre tiene el recurso de mejorar si le sobra empeño. Sigo diciendo que en cualquier caso lo difícil no es llegar, lo difícil es mantenerse, en esta carrera como en todas, todo se logra con esfuerzo y a costa de trabajar y trabajar. Aquí como en todo nadie regala nada y si se está o lo vales o se te borra de un plumazo, y nunca mejor dicho.

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo contigo en que tendrian que instaurarse premios literarios para escritores noveles ó desconocidos, una puerta abierta a valores literarios que están fuera del circuito comerciál. Los premios literarios actuales, ya sean de instituciones o de editoriales, buscán la rentabilidád comerciál. Aquí, por motivos de proximidád y personales, conozco un poco los entresijos del premio Planeta. Alguna véz se ha llegado a escribír un premio de "encargo", y en otras ocasiones, el nombre del ganadór ya circulaba por la calle dias antés de concederse, por no hablár de las relaciones de la editoriál con el mundillo de los periodistas especializados y la critica, de aquí si que saldria un autentico superventas si se publicasen ciertas peripecias que han sido reales, en este caso, la realidád también supera a la ficción.
    Con respecto a la diferencia de sensibilidades entre los dós sexos, yo siempre he creido que hombres y mujeres siempre hemos sido los dos hemisferios de un mismo mundo : la humanidád.
    Es un problema de educación, crecí entre mujeres y siempre asumí su mundo como propio. Nunca he tratado a una mujér como a álguien diferente a mí. Tiene las mismas necesidades y las mismas inquietudes que yó : por encima de todo, sér felíz y crecér fisica y mentalmente siempre.
    Hubo un momento en el cuál creí que con progreso materiál y sobre todo, educación, el sexismo desapareceria, pero miro a las siguientes generaciones que me siguen, y sigo viendo con tristeza hombres, y lo que es peór, mujeres machistas. Debo sér un bicho raro

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